Recetas que me han conquistado: Delicias al horno

Por Belen

Con este pequeño avance de otoño que tenemos estos días el horno ha empezado a funcionar, la verdad es que da un juego increíble y los platos salen tan ricos. Y pensando en los niños, es tan práctico, ahorras tanto tiempo y a la vez haces platos sanos que compensa pasar un poquito de calorcito en la cocina.
Han desfilado ya por nuestra mesa unos ricos champiñones rellenos (prometo poneros la receta), unos macarrones gratinados, magdalenas.
Pero esto no ha hecho más que empezar, del primer fascículo de la colección de Delicias al horno me han conquistado dos recetas que pienso hacer esta semana:
- Hojaldres mediterráneos.- Galletas de jengibre.
Los Hojaldres estoy segura que encantarán a mi hijo, y al padre ni digamos porque uno de sus ingredientes son las anchoas. Es una receta sencilla y rápida, que hará quedar al cocinero/a en un lugar inmejorable. Por si las anchoas le parecen fuertes al peque, haré algunos con pavo, o con algún otro ingrediente más suave.
Y de las galletas de jengibre que puedo decir, unas galletitas caseras, con ingredientes naturales son siempre bien recibidas. Yo adoro el jengibre, y la verdad que había oído mucho hablar de este ingrediente en platos dulces, así que ya no tengo excusa. Estoy deseando hacerlas. La receta no tiene complicación y como siempre mi pinche preferido, mi hijo, me ayudará en su elaboración. Es una buena manera de hacer que los niños participen en la cocina, se den cuenta de la importancia de los ingredientes, de la cocina sana y elaborada en casa. Por supuesto os contaré el resultado.
Hay más recetas, todas muy ricas, pero hay que ir paso a paso y por ahora estas dos se estrenarán en nuestra cocina.
El fascículo viene acompañado de unos moldes de magdalenas de colorines. A mi hijo le han encantado, y es que, como os dije, los niños comen primero por los ojos que por la boca.
He estado viendo que hay también moldes con formas de osito, de corazón, de estrellas, para hacer bizcochos o gelatinas. Imaginad la carita de vuestros peques cuando pongáis un sencillo bizcocho con forma de osito en la mesa y bañado con azúcar glass.