Hoy, como primer artículo de cada mes, os vengo hablar de la Gestión de los Residuos (qué pesado soy eh!), y en esta ocasión, os voy a contar las ventajas que tiene el reciclar el aceite que usamos para cocinar y los problemas que acarrea el tirarlos por el fregadero.
Echar el aceite que utilizamos por el fregadero provoca graves impactos en el medioambiente. Sin ir más lejos, se producen atascos en tuberías, complican los tratamientos de aguas en las estaciones de depuración, contribuye a la aparición de bacterias nocivas y como consiguiente el aumento de plagas urbanas y la generación de malos olores en casa. Como todos sabemos, el agua y el aceite no se pueden mezclar ya que el aceite es un líquido inmiscible. Si el aceite de las alcantarillas llega a los ríos se forma una película superficial (el aceite se queda arriba por ser menos denso)
El aceite es un líquido inmiscible que afecta de manera negativa al intercambio de oxígeno entre el aire y el agua, y, por lo tanto, los seres vivos que residan en los ríos se ven perjudicados. Si un litro de aceite contamina 1000 litros de agua, ¿realmente te haces responsable al verter el aceite por el fregadero? Intenta visualizar la gravedad de la situación, por tirar el aceite, estás matando a peces, algas y todo tipo de animales y plantas que viven en los ríos.
Peces afixiados por falta de oxígeno
En cuanto al incremento del gasto y el esfuerzo de la limpieza en las depuradoras de agua, para poder limpiar toda el agua con aceite usado, se utiliza un importante volumen de litros de agua potable, bien escaso y caro, que ha de ser calentada con el consiguiente gasto energético. Esta limpieza más o menos equivale a unos 40 euros extra por hogar y año. Es decir, para los 5.000.000 de hogares existentes en España, obtenemos un resultado de 600.000.000 euros invertidos en una tarea absurda que se podría evitar. Más preocupante es el volumen de agua potable necesario para este proceso limpiador que alcanza la cifra de 1.500 millones de litros anuales. Chicos, ya es hora de ser responsable, ¿no creéis?
La parte “buena” es que todo esto se puede evitar con el reciclaje del aceite usado.Industrias como la química, la cosmética o la farmacéutica aprovechan de este residuo para elaborar abonos, barnices, cera, cremas, detergentes, jabones, lubricantes, pinturas, velas, etc. No hace muchos años se aprovechaba en las casas para elaborar jabón casero. Hoy en día, los partidarios de una limpieza ecológica en el hogar adquieren este tipo de jabones o los hacen ellos mismos.Para poder reciclar este aceite se utilizan los puntos limpios (descritos en el artículo anterior) y contenedores urbanos de color naranja (descritos en el artículo II de gestión residuos). Para poder verterlos en estos contenedores se deben de guardar en un envase cerrado (pueden ser botellas de plástico usadas).