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adaptaciones, argumentos, clásicos, obras recicladas, remakes
El secreto consiste en entender que se pueden utilizar esas obras clásicas para generar historias completamente nuevas. Claro que también existen innumerables ejemplos de fallos en adaptaciones de argumentos clásicos. Entonces ¿cómo basar nuestra historia en algo conocido y a la vez crear algo nuevo y original… algo nuestro? Aquí hay algunos puntos a tener en cuenta:
No vale cualquiera. Utilice la historia que ama.
Si usted realmente ama una obra clásica entonces cualquier página que esa inspiración genere en su obra tendrá chispa. Si realmente se encuentra atrapado por esa historia entonces la conoce bien: sus giros, sus fortalezas, sus aciertos, sus personajes (todos). Entiende cómo y por qué este argumento funciona, y en qué momentos es más débil. Si la ha leído y releído, hasta quizás encuentre algo nuevo cada vez y eso es un montón de material a procesar.
No escoja cualquier historia sólo porque es clásica y piensa que le gusta a la gente. Es necesario que la base de su proyecto le otorgue de por sí la suficiente emoción y ganas para hacer de ella una historia que conmueva y atrape a sus lectores.
Cambie el original, hágalo suyo
Esto es de sentido común, una cosa es “basado en” y otra el plagio. Hay dos razones principales para hacer esto.
La primera usted: si escribe algo demasiado cerca del original no podrá darle su toque personal, no será SU historia. La segunda son sus lectores: Cualquiera que haya leído la obra original sabrá hacia dónde se dirige y si su argumento no cambia, el suspenso, la intriga de saber qué pasará será nula. Eso conduce al aburrimiento y la frustración.
Si usted agrega giros y sorpresas a la trama mantiene al lector alerta e interesado, lo mantiene leyendo. Para hacer esto confíe en su instinto. Seguramente hay partes del argumento en que usted siempre pensó que podían ser distintas.
Integración, el arte de pulir las uniones
Los cambios y agregados que haga al argumento clásico deben parecer que siempre estuvieron allí. Algunas viejas historias no funcionan en escenarios contemporáneos, de la misma forma que las tramas modernas no encajan en ambientes históricos.
Por ejemplo: las historias de venganza personal deben tener un fundamento muy estudiado, porque hoy se espera que la gente vaya a la policía en lugar de rastrear y acribillar al asesino de su esposa. Las historias que se basan en profundos dilemas morales son difíciles de entender hoy por la simple evolución del pensamiento, que no los considera tan determinantes.
Reubicar historias clásicas en escenarios nuevos es una cuestión de integración. Hay que reducir la trama original a su esencia, despojarla de todos sus adornos para vestirla de nuevo con su estilo.
Considere intercambiar roles
No hay razón para que el héroe deba ser el que destaque. Hoy la heroína puede ser la protagonista de la historia, puede ser la rescatadora, la detective, incluso la sabia, la entrenadora. La novela La Proposición de Judith Ivory, toma el clásico Pygmalion de Shaw e intercambia los roles protagonistas. En su historia la heroína enfrenta la tarea de hacer pasar a un hombre sin educación alguna por un caballero.
Cuando intercambie roles debe asegurarse que quedan cubiertas todas las ramificaciones del cambio. Quizás deba incluir las reacciones de otros personajes a la idea y que esta no parezca forzada. Digamos por ejemplo que intercambia los roles en La Bella y la Bestia y escribe la historia de la relación entre una desfigurada y atormentada mujer rica y un joven que debe servirle. ¿Cómo se siente el hombre en esta situación? ¿Sus reacciones serán iguales a las de Bella en el original?
Tenga en mente que no todas las historias se prestan a este cambio.
El cambio de género
Otra idea es darle un enfoque humorístico a una tragedia, o al revés. Hay muchos ejemplos de la línea argumental de Romeo y Julieta que terminan bien y además divierten (hasta versiones para niños, como la película Gnomeo y Julieta). O tomar una comedia clásica y convertirla en drama, acción o misterio. Las líneas argumentales deberán funcionar no importa el tono de la obra y esto podría convertirse en un ejercicio de escritura bastante estimulante.
Combinaciones
Quizás no encuentre todo el material que pretende en un argumento clásico. En ese caso puede utilizar partes de varias obras y ajustarlas como un rompecabezas, combinar dos, reducir otro argumento clásico a la categoría de subtrama.
Hasta puede encontrar inspiración para algunos personajes en otras obras e integrarlos en su trama logrando interesantes resultados. En la película Por siempre jamás inspirada en Cenicienta, el personaje que ayuda a la protagonista es ¡Leonardo da Vinci!
Asegúrese que sus personajes actúan de forma lógica
En un nuevo escenario, con nuevos desafíos y posibilidades, los personajes tienden a actuar distinto. Si por alguna razón la trama avanza un poco forzada para mantener la dirección de la obra original deje de resistir y haga los cambios lógicos que la hagan ver natural.
Referencias y tributos
Recuerde que está adaptando este argumento clásico porque lo ama. Entonces es perfectamente normal que quiera demostrar esa veneración en la nueva historia con guiños y referencias. Los lectores que admiran la obra original apreciarán el gesto. Ser capaz de honrar la historia original es una de las acciones que convierten la obra en un homenaje en lugar de una imitación.
La forma en que se logra ese tributo depende del tono de la nueva historia. Puede mantener los nombres de los protagonistas de la obra original o hacer aparecer al autor de la obra de referencia como un personaje secundario o un cameo.
Recuerde que algunos temas pueden ser conflictivos o inconvenientes
Hay algunas historia clásicas que se entienden en el contexto original, pero que hoy se verían como políticamente incorrectas, sexistas o discriminadoras.
Hay historias que son muy recientes y, aunque ya son consideradas clásicas, una obra basada en ellas puede confundirse con una continuación. Por otro lado, hay que poner especial atención a los derechos de autor, si la historia no es de dominio público aún.
También hay historias que ya tienen demasiadas adaptaciones, tributos y remakes, y es difícil terminar escribiendo algo nuevo (como Romeo y Julieta o Jane Eyre).
Tenga en cuenta que si usted intenta reelaborar un argumento muy popular, su libro podría acabar saliendo al mismo tiempo que otra historia basada en la misma obra. Algo así podría ser confuso para los lectores. También podría afectar a sus ventas porque los lectores que lean el otro libro primero tendrán menos probabilidades de estar interesados en leer otro libro basado en el mismo argumento.
Siempre tenga encendido su “radar busca argumentos”
Y es que hay una manera de evitar adaptar un argumento que ya ha sido utilizado por muchos otros escritores: Encontrar historias menos conocidas. Siempre hay que estar abiertos a nuevas vías de inspiración. Hay ya muchas historias basadas en Shakespeare y en la mitología griega, pero ¿y las historias tradicionales Indias, Chinas o Escandinavas? Los cuentos tradicionales de Sudamérica pueden ser una importante fuente de historias, como las obras de teatro Japonesas o las del siglo de oro español. Hay miles de historias que son potenciales buenos argumentos y adaptaciones, sólo debe dar con la que más le apasione.