Una de las razones del alma por la que me amo cocinar, es porque también amo comer; pero de pronto sucede que:
(a) no tengo ganas de cocinar
(b) no tengo tiempo para cocinar
(c) la peor: ni ganas, ni tiempo pero mucha hambre
A todos nos pasa.
Por eso tengo mis trucos y recetas infalibles para ahorrarme tiempo y trabajo en esos días, y el congelador y la alacena se convierten en mis mejores amigos, bueno, casi.
Estas son mis 5 cosas favoritas que siempre tengo para los días en que no tengo ganas de cocinar, mi kit de emergencia:
Legumbres cocidas y congeladas
Siempre tengo frijoles de la olla y/o lentejas cocidas congeladas en porciones dentro de bolsas ziploc. Parece que “siempre” es una exageración, pero de verdad, me sacan de muchos apuros.
Acá hay unos tips para cocer legumbres, pero si de plano no es lo tuyo, puedes comprar de lata:
- Elige los que digan que son bajos en sodio y grasa
- Compáralos: revisa lo que dice la etiqueta en cuanto a contenido de sodio y grasa.
- Revisa la lista de ingredientes, lo ideal es que no tenga un sólo nombre que no utilices en tu cocina. No usas glutamato monosódico para cocinar, ¿o sí?
Pasta o arroz cocido congelado
… y un par de paquetes en la alacena.
Lo que yo hago, es que el día que preparo pasta o arroz al vapor, hago el doble y lo congelo dentro de bolsas ziploc en porciones de acuerdo a mis necesidades.
Sé que parece demasiado, pero de verdad cuando me dan la flojera de cocinar, me da con todo (además de que me ahorra entre 20 y 40 minutos de tiempo entre preparación y cocción, nada mal ¿no?).
Especias y condimentos secos
Parece una trivialidad, pero los resultados no lo son. Para nada.
No da lo mismo una pasta con sal y pimienta, que una pasta con orégano y salvia.
Yo por lo menos tengo comino, pimienta, canela, sal con ajo, orégano, albahaca, romero, salsa de soya, chile quebrado, vinage (de arroz, balsámico y blanco).
Ni son especias, ni son condimentos, pero siempre tengo una lata de aceitunas (a mí me gustan las negras) y alcaparras que le dan sabor extra a las pastas o pescados.
Pescado enlatado
Este se gana su lugar sin tener que explicar por qué. Siempre que puedo, tengo salmón porque su contenido de mercurio es menor al del atún y procuro que sea salvaje de Alaska (lo pueden encontrar en Costco) por razones que nada tienen que ver con ser “fancy” y que les contaré en otro post.
Jitomate, puré o salsa de jitomate
Yo prefiero optar por la opción saludable porque soy piqui (ó selectiva, por así decirlo): si voy a comer algo que “no es tan saludable” me aseguro que sea algo delicioso y que valga la pena, y para mí, un bote de salsa grasosa de 4 quesos con mucho sodio y queso de dudosa reputación, no lo vale.
No voy por una marca, si no por los ingredientes que declaran: busco que sean sólo jitomates y si acaso ácido cítrico (lo utilizan como regulador de acidez). Prefiero que no tenga sal y sazonarlo a mi gusto.
¿Ahora sí, qué hago con tan maravillosos ingredientes?
Una comida completita:
- Pasta en salsa de jitomate, aceitunas, salvia, con frijoles o salmón. Si le pongo salmón, le agrego alcaparras … ¡mmm! Si tienes verdurillas para agregar, mejor.
- Moros con cristianos. Los sazono con comino y si tienes verduras, puedes rellenarlas o picarlas.
- Fajitas de frijol. Si tienes tortillas, ya la hiciste: es la versión vegetariana de las típicas fajitas. Sazona con comino: ¡deli!
- Enfrijoladas o unas enchiladas rojas.
¿tu qué preparas cuando no tienes ganas de cocinar?
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