Recien casado

Por Eklipse

Soy recién casado, y eso tiene mas peligro Boris Izaguirre en una fiesta del Opus. Para casarse las cosas se deberían de hacer bien como en el carnet de conducir, un examen escrito, un examen practico, que aconsejo suspender varias veces por eso de coger practica, un año conviviendo juntos y con la ele en el pecho, y el que valga que se case. Y es que hay muchas cosas que aprender y aquí te ponen un anillo, y hala te lanzan al matrimonio.

· Y es que te engañan hasta con lo del el anillo, que según dicen es el símbolo de amor y fidelidad:

- Una mierda, es una argolla de pájaro, lleva la fecha de captura y quien te capturó, Carmen 30-06-2002.

- También tiene un GPS, sí, un localizador de movimiento por satélite. Vamos como para mentirle, si encontraron con eso un coche en medio del desierto, no me va a localizar mi mujer en la casa de la Trini.

- Además, el mío lleva un chip incorporado que en cuanto miras a otra mujer mete unas descargas eléctricas ZAS:


- Para la playa me he comprado anteojos como las mulas. Para no mirar, los ojos clavados en la arena y entonces pasa una guiri en pelota pica, levantas la vista y ZAS. Y tu mujer, no mires, hija pues no me traigas a Ibiza en Agosto. La próxima vez me llevas a Benidorm en invierno con el INSERSO y veras como no miro.

Y dirán porque no se lo quita, imposible, yo creo que me lo ha pegado con Loctite.

Otra cosa que no te enseñan es que el piso nuevo pasan cosas raras, por ejemplo:

· Tu té duchas, y el aseo se inunda como el titanic, igualito que en casa de mama, pero si vuelves a la mañana siguiente, el agua llega a la calle y el parquet del pasillo esta mas hinchado que las tetas de la Yola Berrocal.

· Otra cosa, la ropa no basta con tirarla en una silla, porque en mi casa la ropa se amontona, después de unos días los calcetines bailan el Asereje y escalan por las paredes. Esto me pareció lo más raro y llame a mi madre:

- Mama me voy a llevar la silla mágica de mi habitación.

- Que silla mágica.

- Si ..., esa silla en la que yo tiraba la ropa y aparecía lavada, planchada, doblada y en los cajones de mi armario.

- Ella la pobre, no sabia como darme el disgusto: la ropa cariño te la lavaba yo.

Entonces me di cuenta que la mágica era mi madre no su casa.

Así con el tiempo y harto de que mi mujer me dijera que no hacia nada en casa, muy dispuesto le dije:

- Cariño, hoy lavo yo la ropa.

- Vale, pero mi ropa me la lavo yo.

- Yo pense, que desconfiada, con la ropa que he lavado yo en la mili. Y lave la ropa; ahora tengo una ropa preciosa (gesto de loca con la mano) toda rosa y cuando entro en el vestuario del gimnasio pegan todos el culo contra la pared. Y es que la muy zorra no me dijo que se separaba la ropa blanca, de la de color. Hala dejar que se estrelle. Como coño iba yo a saber eso si en la mili toda la ropa es verde. NO¡

De todo esto he sacado una conclusión que quiero mucho a mi madre y a ver para que coño me he casado.