Los testigos de la emergencia (grupo G0) se comunican con sus “vecinos” en la red (grupo G1), normalmente familiares o amigos no afectados por la emergencia, que les sirven de puente bidireccional para canalizar la información relevante del suceso hacia el resto de la red (grupo G2), en especial quienes deben gestionar la emergencia. Ciertos miembros del grupo G1 retornan las llamadas al grupo G0, produciendo un intenso tráfico bidireccional. El pico característico de actividad en las comunicaciones por teléfono móvil en caso de emergencia se caracteriza por un 25% de comunicación C01 (entre los grupos G0 y G1), un 5% de C11 y un 70% de C12 (entre los grupos G1 y G2). Un patrón realmente curioso que demuestra que somos animales sociales.
El estudio se ha basado en analizar de forma automática buscando ciertas palabras clave (emergency, disaster, concert, etc.), geolocalizando cada llamada telefónica usando la posición de la antena de telefonía móvil que la ha gestionado. Lo más característico es el comportamiento de los usuarios G1 que, aunque no están directamente involucrados en la emergencia, son los responsables de la mayor parte del tráfico en el red en caso de emergencia. Uno puede esperar que los usuarios G1 le comuniquen a otros usuarios G1 la existencia de una situación de emergencia de un usuario G0, sin embargo, el estudio indica que los usuarios G1 prefieren comunicarse con usuarios G0 y G2.
Ampliar en: La Ciencia de la Mula Francis NAUKAS