Reclamaciones en la AEPD

Publicado el 22 noviembre 2010 por Marcis

Agencia Española de Protección de Datos

El pasado mes de febrero presenté una denuncia/reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, autoridad que “garantiza y tutela el derecho fundamental a la protección de datos de carácter personal”.

Tuve que realizar el trámite por los medios tradicionales (correo postal) ya que en su web se limitan a colgar un archivo en formato pdf llamado “Modelo de denuncia”.

Unas semanas más tarde me pidieron que les enviara, como pruebas de los hechos denunciados, fotografías de un teléfono móvil. Contacté con ellos vía email para preguntar si las podía mandar por dicho medio y, diez días más tarde cuando ya había remitido el correo electrónico, me respondieron afirmativamente.

Tras varios meses sin tener noticias suyas les escribí de nuevo preguntando por el estado de mi expediente. En “apenas” una semana me contestaron, indicando que mi denuncia había sido registrada (menos mal!) y que me dirigiera a la “Subdireccion General de Inspeccion de Datos” para futuras comunicaciones, sin molestarse en indicar cómo. El email acabó en mi carpeta de spam porque el campo “desde” estaba vacío.

A pesar de sugerirles que lo corrigieran, siguieron respondiendo “en modo fantasma” aunque, esta vez si, me dijeron a qué dirección escribir.

Recientemente, 9 meses más tarde, recibí una carta en la que de nuevo me confirman que han recibido mi denuncia y me indican que están procediendo a las “actuaciones preliminares” que pueden tardar, como máximo, 12 meses. Afortunadamente, el plazo empezó a contar cuando presenté la reclamación y no ahora.

Una vez más, la administración da muestras de incompetencia total y se gana una fama de la que a menudo se queja. No se pueden realizar los trámites online, los plazos se alargan hasta el aburrimiento, algunos funcionarios demuestran su ignorancia respecto a las nuevas tecnologías,… por no hablar de una legislación que en vez de proteger a los ciudadanos y sus derechos, les pone trabas para poder ejercerlos.