¿Y eso cómo se hace?
Pues lo primero necesitas saber que te gusta y qué quieres. Después busca un empleo que encaje y si no lo encuentras invéntalo. Pero esto ya todo lo expliqué cuando hablamos del trabajo, así que hoy quiero dar un paso más.
Como te habrás dado cuenta, con eso de la crisis se ha complicado la cosa. Cuesta bastante encontrar un trabajo como para que además sea algo que te guste. Así que a mucha gente le acaba "tocando" trabajar de algo que no le mola mucho. Ante eso ya vimos que para ser feliz, no sólo vale hacer lo que te gusta sino que además hay que aprender a que te guste lo que haces.
Pero hoy tampoco voy a hablar de eso. Esta semana quiero hablar de esa gente que está trabajando en algo que no le gusta ni le gustará. Puede que sea un trabajo aburrido, asqueroso o que vaya contra tus valores. El caso es que ni te mola ni te molará.
Pues si ese es tu caso, tengo buenas noticias: aún puedes ser un tipo o tipa con suerte. Para eso comparto un truco de contingencia, un parche de emergencia para esa gente que se levanta por las mañanas para ir al matadero:
Recoger fruta
El concepto es muy sencillo: plantéate el trabajo como ir a recoger fruta para cómprarte una guitarra. Búscate un caprichillo. Se vale cualquier cosa que no te comprarías normalmente. Desde una moto hasta un masaje. Y ponte a recoger fruta para comprarlo. Simplemente limítate a trabajar. Y cuando la cosa se ponga dura y no aguantes más, piensa en tu recompensa a final de mes.
Como ves, este no es un gran plan para toda la vida. Te ayudará a pasar tu día a día un poco más contento y te ayudará a tener un motivo para seguir adelante. Pero no te va a hacer feliz. Así que mientras recoges fruta: move before you have to.