Recomendación CUENTOS

Por Carmen F. Etreros


CUENTOS 1 2 3 4,
Eugène Ionesco (texto),
Etienne Delessert (ilustraciones),
Jordi Martin Lloret (traducción),
Barcelona, Combel Editorial, 2009.
26 x 20 cm., 112 págs., 15,80€
ISBN: 978-84-9825-500-3
A partir de 2 años
Por José R. Cortés Criado,
especialista en Literatura Infantil y Juvenil

Este libro surge cuando Delessert propone a sus editores el nombre de Ionesco para colaborar en un nuevo libro. ¿Cómo pueden ser cuatro cuentos escritos por Eugéne Ionesco? Pues sí, son totalmente surrealistas, no podían ser de otra manera tratándose de este autor.
Ionesco escribe estos cuentos, que son los que él le contaba a su hija cuando era pequeñita; al parecer, las respuestas de la hija hacía que la historia rayase lo absurdo y en esa línea seguía el padre la narración.
El cuento 1 nos narra que la criada despierta a los señores para darles el desayuno y, de paso, dejarles a la hija pequeña en la habitación; al primer intento no lo consigue, pero después de desayunar, la cosa cambia. Al padre no le queda más remedio que contar un cuento a su pequeña y es tan absurdo el hecho de que todos los personajes se llaman Jacqueline: el padre, la madre, la hija, le hijo, el amigo del hijo…, que hasta la criada reprende al padre diciéndole que va a volver loca a la niña; cosa que piensan los presentes cuando la niña va con la criada Jacqueline a la tienda y cuenta esa historia tan disparatada, menos mal que Jacqueline está allí y aclara: “No son más que las idioteces que le cuenta su padre”.
En el cuento 2 el papá de Josette durmió bien y se levantó temprano, también su mamá, que salió ya de casa con su paraguas rosa, sus zapatos rosas, su sombrero rosa, su bolso rosa…y papá hablaba por el teléfono, aunque le dijo a la niña que ese aparato se llamaba queso; el queso, caja de música; la caja de música, alfombra; la alfombra, lámpara…Así la pequeña aprende a hablar de nuevo cuando dice: “Miro por la silla mientras me como la almohada. Abro la pared y ando con las orejas…” La pobre criada, Jacqueline, repite: “¡Otra vez las tonterías de tu padre!
En el cuento 3 la pequeña llama de nuevo a la puerta del dormitorio de sus padres, es domingo, su padre se acostó tarde y quiere dormir, pero su hija quiere un cuento y salen a dar una vuelta en el avión de papá; sin despegar de la cama atraviesan la casa, el edifico completo, la ciudad… llegan hasta la luna y deciden comerse un trocito de ella con un poco de azúcar… Esta vez fue la madre de la niña la que cortó el cuento cuando dijo: ¡Vas a atontar a la niña con tus idioteces!
En el cuento 4 el padre está afeitándose y la niña le reclama un cuento, él la entretiene mientras se arregla diciéndole que está en el comedor; la niña corre a buscarlo, vuelve a preguntarle de nuevo dónde se encuentra porque no lo vio; él le responde que debajo de la mesa; después, en el sillón, en la ventana, en la cocina…, hasta que finaliza su tarea y le abre la puerta del baño. La niña se alegra mucho de haber encontrado, por fin, a su padre.
Si el texto es bueno, las ilustraciones lo son más aún, si es posible. Delessert realiza unos espléndidos dibujos para este volumen. Para el primero dibuja una serie de personajes con características similares, dando así uniformidad gráfica a la llevada a cabo con los nombres. Además incluye ilustraciones que complementan el texto, reflejando lo que en él se dice, llenas de belleza y originalidad, como se puede observar en la selección de animales. Para el segundo busca primeros planos de rostros de personas o animales con un cálido colorido y una colección de flores rosáceas que embellecen las páginas. En el tercero aparecen imágenes de la ciudad y de las dependencias de la casa por donde vuelan padre e hija en su avión particular sorprendiendo a la criada, a la portera y a un sinfín de animales, hasta llegar a la luna y divisar desde allí el planeta Tierra. En el cuarto al papá lo vemos dormir, afeitarse, correr, esconderse y a Josette buscarlo en distintas dependencias de la casa, mezclados con un rinoceronte o unas setas de gran belleza.
Los autores

Eugéne Ionesco.
Rumano de nacimiento, francés de adopción, es un escritor de reconocido prestigio. Su obra teatral La cantante calva se estrenó en 1950, batiendo record de permanencia en la cartelera; aún se sigue representando con éxito.
Etienne Delessert es autor e ilustrador de ochenta libros, traducidos a un total de quince idiomas. Sus dibujos se publican también en Le Monde, The New York Time, The New Yorker y The Atlantic Monthly. Nació en Suiza y vive en Connecticut.