Recomendaciones CINÉfagas: “El ángel exterminador” y “Persona”

Publicado el 03 agosto 2010 por Cinefagos

Esta semana las recomendaciones de las que nos hacemos eco en esta sección son dos de las obras más celebradas de Luis Buñuel y de Ingmar Bergman. El director español y sueco, respectivamente, han sentado cátedra en la historia del cine y no está de más recordarlos como lo que fueron: dos enormes maestros de la realización.

Evidentemente, no son historias adecuadas para estos calores en los que nos apetece dencansar la mente y pasar el rato con propuestas mucho más refrescantes, así que os recomendamos que las dejéis para alguna fría noche de invierno y a ver qué tal os va la experiencia.  

Briony recomienda:

EL ÁNGEL EXTERMINADOR

Sinopsis: Al finalizar una cena en la mansión de los Nóbile, un grupo de burgueses descubre que una razón inexplicable les impide salir del lugar. Al transcurrir los días, la cortesía inicial de los invitados se transforma en el más primitivo instinto por la supervivencia. Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma.

Lo mejor: Una de las mejores películas de Luis Buñuel en la que nuevamente vuelca sus críticas a la burguesía y tapiza sus imágenes con algún que otro toque surrealista. Perteneciente a su etapa mexicana, la cinta fue galardonada con el Premio Fipresci de la Crítica Internacional y el Premio de la Sociedad de Escritores del Cine en el Festival de Cannes de 1962.

Lo peor: El final puede defraudar a más de uno, pero es que en esta historia lo que menos importa es el porqué…

PERSONA

Sinopsis: Elisabeth, es una conocida actriz teatral que durante una representación de Electra se queda sin habla. Ingresada en un hospital, aunque no sufre ningún tipo de enfermedad continúa sin pronunciar sonido alguno. Para sacarla de su mutismo, se traslada junto con Alma, su enfermera a una idílica casita de verano.

Lo mejor: En opinión de esta modesta cinéfaga, “Persona” es la obra cumbre (y maestra) de Ingmar Bergman. Densa, caótica, visionaria y onírica (Bergman la escribió durante su estancia en un hospital), impactará a todo aquel espectador que se enfrente a ella con la mente abierta. Magníficas las interpretaciones de Liv Ullmann y Bibi Andresson. Una verdadera gozada.

Lo peor: Que te incluyan (erróneamente) en el club de los gafapastas.