Vale, la semana pasada no hubo recomendaciones. Respeté vuestras vacaciones (espero que saliéseis fuera y lo pasárais de p.m.) y por eso he esperado al primer día de la semana (mejor decir esto que reconocer que se me olvidaron completamente) para lanzaros dos propuestas muy interesantes. Dos películas donde la intriga, el terror o el suspense hacen acto de presencia. Así que si os gustan esos géneros es posible que en cierta manera Candyman y Lo Que La Verdad Esconde sacie vuestras ansias de cine, de ese que pone la piel de gallina y los sustos se suceden escena sí y escena también.
Lo Que La Verdad Esconde
Sinopsis: “Norman y Claire parecen ser una pareja muy normal; él es profesor de genética y ella ama de casa. El vacío que deja en Claire la marcha de su hija a la universidad se va convirtiendo en un asunto secundario para ésta, cuando misteriosamente comienzan a ocurrir extraños eventos en la casa. Objetos que se caen, puertas que se abren solas, radios que se encienden sin que nadie las toque… Claire piensa que la casa está encantada por un espíritu, y decide profundizar en este extraño suceso”
Lo mejor: Michelle Pfeiffer, sobre todo ella. La escena de la bañera (no voy a decir mucho más por no destripar nada) es terrorífica y pondrá la carne de gallina a más de uno/a. La tensión y la angustia que desprende el personaje de Pfeiffer durante toda la película. La labor de Zemeckis tras la cámara, sobre todo en los momentos donde tiene que asustar al espectador.
Lo peor: Harrison Ford está bastante perdido en muchos momentos. No deja de ser una película muy tópica con un elemento que hemos visto en demasiadas ocasiones.
Candyman
Sinopsis: “En la Universidad de Chicago la estudiante graduada Helen Lyle se da cuenta de la superstición prevaleciente que rodea la leyenda de Candyman (un fantasma con un gancho en vez de mano que aparecerá si su nombre se dice cinco veces en un espejo) entre los arrendatarios del Cabrini del proyecto Verde de Chicago. El profesor, oyendo hablar de la investigación de Helen, explica la base histórica para la leyenda y detalla cómo se cree que Candyman es el espíritu vengativo de un esclavo que fue mutilado por una chusma enloquecida cuando se lo acusó de violar a una mujer blanca. Cuando Helen prueba su confianza intelectual recitando el nombre de Candyman cinco veces, ella pone en movimiento una serie inevitable de eventos sobrenaturales, culminando en una serie de matanzas espantosas en las que Helen sostiene el arma del asesinato. Aunque ella es capturada por la policía, se pone en evidencia para Helen que Candyman está guiando su destino.”
Lo mejor: Virginia Madsen (sí, lo sé. Las dos películas recomendadas tienen el peso en sus actrices), como siempre un gozo verla en pantalla. La película, basada en una novela de Cliver Barker, no deja respiro al espectador. El villano de la función, otro que ha conseguido situarse (aunque no entre los más conocidos como Myers, Krueguer, Voorges) en el panteón de los terroríficos del cine. Tener las pelotas de decir Candyman tres veces delante de un espejo una vez vista la película. El final, donde los que la hacen la pagan (cuando la veáis ya sabréis a qué me refiero).
Lo peor: Las secuelas infumables, prescindibles y horrorosas que hicieron. La que nos ocupa no tiene muchos defectos destacables.