Hoy os traemos dos recomendaciones pueden saciar a los amantes de la ciencia-ficción y del suspense-terror. Por una parte tenemos a Tom Selleck (actor que pudo ser Indiana Jones en su momento, pero que prefirió decantarse por la serie Magnum) en Runaway, dirigida por el escritor (y ocasionalmente director) Michael Crichton (fallecido en el 2008). Mientras que en el otro extremo tenemos a otro director que se prodiga bien poco, nombrado por muchos como el heredero de Stephen King a la hora de plasmar en las novelas el terror más puro y viscoso. ¿Su nombre? Clive Barker. Aunque muchos piensan que la saga Hellraiser es la que más dividendos le ha dado (sea en forma de películas para cine o directamente para televisión), lo cierto es que su labor de guionista y productor también habría que tenerla en cuenta. La película que nos ocupa no tiene tanta fama como la que he comentado antes (la que le proporcionó más fama y que también dirigió), pero de nuevo se puso tras la cámara y adaptó la novela que había escrito, Cabal. En esta ocasión titulada Razas de Noche.
Runaway
Sinopsis: “Ambientada en una época futura, en la que la alta tecnología domina el mundo. Sofisticados robots han reemplazado a los hombres en las más variadas tareas, pero cuando fallan sus sistemas de control se vuelven muy peligrosos. Miembros de las fuerzas de seguridad como el sargento Jack Ramsey (Tom Selleck) son los encargados de controlarlos. Con su nueva compañera Karen Thompson (Cynthia Rhodes) Jack investiga la posible conexión entre los robots y Charles Luther, un científico psicópata, del que sospechan que ha elaborado un maquiavélico plan para usar las máquinas como armas letales.”
Lo mejor: La relación entre Tom Selleck y Cynthia Rodhes, compartiendo intimidades tales como el trauma que tiene Selleck y su miedo a las altura. La tecnología que presentan al espectador (por lo menos en aquellos años) dejaba con la boca abierta, sobre todo las arañas mecánicas que soltaban ácido o la pistola que lanzaba balas que buscaban a su víctima fuese donde fuese. Posiblemente (que conste que no he visto toda su filmografía, ni de lejos) sea una de las mejores películas del protagonista de “La Gran Ruta Hacia China” (bueno, esa tampoco estaba nada mal). El malo. Así de claro. En estos tiempos se nos presentan a algunos que son lights, tienen sus razones y el espectador incluso siente penilla por ellos. Aquí el villano tiene cara de malnacido y estas esperando que muera de la forma más espantosa posible.
Lo peor: Alguna tontería que se suelen incluir en este tipo de películas y que se ha visto demasiadas veces. Es decir, el típico rapto para que el héroe tenga que acercarse al malo para que se desarrolle el climax final. Algo que tampoco es demasiado criticable pero sí que saca un poco de quicio si estas harto de este tipo de situaciones.
Razas de Noche
Sinopsis: “Las razas de la noche son unas criaturas mutantes, monstruosos e infernales seres de ultratumba, que han permanecido escondidos durante siglos en la subterránea ciudad de Midian. A este inframundo llega un joven obsesionado por terribles y recurrentes pesadillas.”
Lo mejor: La variedad de monstruos (no habría otra forma de llamarlos) que muestra Cliver Barker en la película. Es como si el escritor-director hubiese querido hacer su propia versión de La Parada de los Monstruos (aunque ni de lejos llega a tener la calidad de dicha película). El personaje que interpreta David Cronenberg, de lo mejor de la película, así como la máscara que se pone para cometer sus fechorías (emulando a un villano emblemático de Batman que responde al nombre de El Espantapájaros). El climax final, con una puerta abierta a una segunda entrega que nunca se llegó a hacer. La escena en que uno de los personajes secundarios empieza a arrancarse la piel de la cara con una cuchilla (impagable y digno de Barker). Las escenas del cementerio, donde el protagonista tiene una primera toma de contacto con su futura “familia”.
Lo peor: No tiene la garra de Hellraiser ni llega a provocar terror puro y duro, aunque tenga algun momento que otro. El protagonista tiene la misma expresividad que Mr. Potato (bueno, rectifico. El Mr. Potato de Toy Story tiene muuuucha más). Sin ser una malísima adaptación, que no lo es, el libro la supera ampliamente en muchos aspectos. Algo que suele suceder muy a menudo. De todas maneras la comparativa libro-película es un lastre del que muchas veces tendríamos que obviarlo para disfrutar (o no) de una película. El rollo del “elegido” se vuelve a mostar una vez más. Tenemos a Neo, Harry Potter, Luke Skywalker, ¿seguimos?. Ya haremos un post al respecto, que al final parece que la lista es bien larga.