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Recomendaciones CINÉfagas: “Rebeca” y “Amenaza en la sombra”

Publicado el 01 septiembre 2010 por Cinefagos

Recomendaciones CINÉfagas: “Rebeca” y “Amenaza en la sombra”

Daphne du Maurier forma parte del grupo de mis admirados escritores de misterio, y algunas de sus novelas y relatos que han sido llevados a la pantalla, también se cuentan entre mi larga lista de películas preferidas.  “Los pájaros”, “La posada de Jamaica” (ambas dirigidas por el gran Hitchcock), y los dos films que hoy voy a recomendar, “Rebeca” (también de Hitchcock) y “Amenaza en la sombra”, son una muestra de ello.

Entra dentro de lo posible que casi todo el mundo haya visto “Rebeca” (o que por lo menos haya oído hablar de ella), y que se la relacione directamente con Du Maurier, pero es menos probable que se piense en la escritora como autora del relato en el que se basa el segundo título que recomiendo: “Amenaza en la sombra”.

“No mires ahora”, es el título de un cuento corto que escribió en 1966, y que fue incluido en un libro de relatos titulado “No después de medianoche” publicado en 1971. En 1973, bajo la dirección del británico Nicolas Roeg fue llevado a la pantalla, con el título “Amenaza en la sombra”. Donald Sutherland, alejándose ya de los papeles histriónicos (casi siempre malvado y un poco loco) que su peculiar físico le había impuesto en la primera fase de su carrera, y Julie Christie, todavía gozando del esplendor de la juventud, daban vida a la pareja protagonista.

Si “Rebeca” es un film admirable, también “Amenaza en la sombra” reúne los valores del buen cine de misterio. A por ellas, si no las habéis visto.

Recomendaciones CINÉfagas: “Rebeca” y “Amenaza en la sombra”
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REBECA

Sinopsis: Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. Poco después, De Winter y la joven se casan, y ambos van a la mansión inglesa de Manderley, residencia habitual de De Winter. Su nueva vida como mujer casada no resulta fácil, pues debe enfrentarse al “fantasma” de la anterior señora De Winter, Rebeca, con la que se la compara constantemente, especialmente por el ama de llaves, la señora Danvers.

Lo mejor: Once nominaciones a los Oscar, y dos concedidos, uno de ellos, a la Mejor Película, premiaron el primer film realizado por Hitchcock en Norteamérica. Y es que “Rebeca” fue, y es merecedora de eso y de mucho más. Con “Anoche soñé que volvía a Manderley…”, arranca la película, al igual que la novela. Imágenes amables de la Riviera francesa enmarcan los amoríos de los dos protagonistas, y llevan a engaño al espectador acerca de lo que va a ver cuando comience en realidad la trama de la película. Nos es contada esta, a ritmo lento, con un aura de envolvente misterio en el que Rebeca, a la que nunca veremos físicamente, extiende su sombra fantasmal a través de su ama de llaves, encarnada por una magnífica Judith Anderson, que sobrecoge con su sola presencia, y en la que recae el mayor peso del suspense de la película. Una excelente fotografía en blanco y negro y una música que remarca acertadamente las situaciones puntuales, así como también unas buenas interpretaciones por parte de los protagonistas (Joan Fontaine, adorable en su papel de ingenua, tímida, y sumisa mujercita, y Lawrence Olivier, correctísimo en su papel de frío aristócrata inglés, sin olvidar a un George Sanders excelente en su interpretación del canallesco primo de Rebeca), unido al fiel retrato que se nos muestra de la alta sociedad británica de la época y el papel de la mujer en ella, hacen que a setenta años de su realización, siga manteniendo intacta toda su frescura.

Lo peor: Que el final del libro fuera manipulado en la película para evitar susceptibilidades.

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AMENAZA EN LA SOMBRA

Sinopsis: Para intentar superar la reciente y trágica pérdida de su pequeña hija, el arquitecto estadounidense John Baxter y su mujer, Laura, se trasladan a Venecia con el encargo de restaurar una vieja iglesia. Durante su estancia conocerán a un par de ancianas que aseguran tener poderes psíquicos, y haber entrado en comunicación con la pequeña en el más allá y que su fantasma se pasea por la ciudad. Laura quiere creerlas, pero John se resiste a esa idea aun cuando las evidencias son cada vez mas frecuentes.

Lo mejor: Crea una atmósfera desasosegante desde los primeros fotogramas de la película, implicando de inmediato al espectador. Miradas, gestos y movimientos son puntales clave en un argumento que en un principio puede parecer deshilvanado, pero que se cierra de forma más que coherente en su final. Una Venecia de pesadilla es también protagonista de la trama. Inquietante y sugestiva al mismo tiempo, gracias a una sobresaliente fotografía, utiliza la suciedad y podredumbre de sus mohosas callejas como baza acertada para infundir inquietud. Más que correctos en sus papeles, los dos protagonistas.


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