La sonda Parker consiguió una maniobra significante en su misión de 7 años. Las órbitas de la nave y de Venus converguieron en el mismo punto, situándose en frente del planete permitiendo que la gravedad de Venus, relativamente pequeña para los estándares, cambiara su trayecto y su velocidad. Esta maniobra, llamada asistencia por gravedad, redujo la velocidad relativa de la nave hacia el Sol en un 10%, acumulando 7.000 millas por hora, dibujando el punto más cercano de su órbita, llamada perihelio, más cerca de la estrella por 4 millines de millas.
¿Por qué es tan complicado llegar al Sol?
El Sol contiene 99.8 de la masa en nuestro sistema solar. Su fuerza de gravedad es lo que nos mantiene a todos aquí, desde el pequeño Mercurio a la gigante Nube de Oort, a 186 billones de millas. Pero aunque el Sol tenga tanta fuerza, es increíblemente difícil llegar, ya que toma 55 veces más energía llegar a éste que ir a Marte.
Un sueño largamente esperado
La sonda solar ha estado en la mente de científicos e ingenieros durante décadas, desde finales de los 50, cuando una nueva teoría y las medidas del primer satélite del material del flujo constante del Sol, llamado viento solar, señalaron previamente una complejidad inesperada. Pero si se pregunta a alguien antes de 2007, antes de que empezara toda esta misión, Venus no hubiera surgido como clave para esta misión. Durante 3 décadas que varios comités y equipos trabajaron en diferentes conceptos para la misión, estuvieron ampliamente de acuerdo en que la única manera de lanzarse a la atmósfera solar requería enviar la nave a Júpiter primero.
Nadie creía que sería posible usar la gravedad de Venus, porque la asistencia por gravedad de un cuerpo planetario que puede aportar es proporcinal a la masa del cuerpo y Venus es mucho más pequeño, sólo el 0,3% de la masa de Júpiter. Si se compara la asistencia por gravedad que Venus puede aportar a lo que Júpiter puede aportar, tendrías que hacer repetidos vuelos de reconoccimiento para llegar al mismo cambio, entonces estarías hablando de una misión de muy larga duración.
Acercarse al Sol es más difícil de lo que uno puede creer, cualquier nave lanzada desde la tierra, empieza viajando al ritmo lateral de nuestro planeta a 67,000 millas por hora, velocidad que debe contrarrestar antes de que llegue más cerca del Sol. La asistencia por gravedad es uno de las herramientas más poderosas dentro de la caja de herramientas en el diseño de la órbita para resolver este problema, en lugar de utilizar combustible caro para cambiar la dirección o la velocidad (o ambos), la asistencia por gravedad permite emplear tirar de un planeta de manera natural con tiempo como su único coste.