Récord en Extensión Mínima del Hielo en el Ártico y Antártico

Publicado el 01 junio 2017 por Grupozonaciencia

El hielo marino ártico parece haber alcanzado el 7 de marzo un nuevo récord de la más baja extensión máxima durante el período invernal. Mientras, en el lado opuesto del planeta, el 3 de marzo el hielo marino alrededor de la Antártida alcanzaba la extensión más baja registrada hasta ahora por los satélites al final del verano en el hemisferio sur, un sorprendente giro de los acontecimientos tras décadas de moderada expansión del hielo marino.

El análisis de datos lo ha llevado a cabo el equipo de Walt Meier, un glaciólogo del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland (EE.UU.).

El 13 de febrero, los números relativos al hielo marino, sumando el ártico y el antártico, alcanzaban su punto más bajo desde que los satélites empezaron a medirlo continuamente en 1979. El hielo marino polar total cubría 16,21 millones de kilómetros cuadrados (6,26 millones de millas cuadradas), lo cual es 2 millones de kilómetros cuadrados menos que la extensión mínima global promedio para el periodo 1981-2010, el equivalente a haber perdido un trozo de hielo más grande que México.

El hielo que flota sobre el océano Glacial Ártico y los mares circundantes mengua siguiendo un ciclo estacional que va desde mediados de marzo hasta mediados de septiembre. A medida que las temperaturas árticas van cayendo en otoño e invierno, la cubierta de hielo vuelve a crecer hasta que alcanza su extensión máxima anual, normalmente en marzo. El anillo de hielo marino alrededor del continente antártico se comporta de manera parecida, con el calendario al revés: alcanza habitualmente su máximo en septiembre y su mínimo en febrero.

La extensión máxima de hielo marino del Ártico ha disminuido en un 2,8 por ciento por década en promedio desde 1979, el año en que se iniciaron las mediciones satelitales. Las disminuciones en la extensión mínima durante el verano son casi cinco veces mayores: el 13,5 por ciento por década. Además de reducirse la superficie que ocupa el casquete de hielo marino, el grosor de este también lo está haciendo. Con este adelgazamiento se vuelve cada vez más vulnerable a la acción de las aguas oceánicas, los vientos y las temperaturas más cálidas.

En la Antártida, el récord de este año en cuanto al mínimo de hielo marino anual, establecido en 2,11 millones de kilómetros cuadrados (815.000 millas cuadradas), fue 184.000 kilómetros cuadrados inferior a la anterior extensión mínima más baja del registro satelital, la cual sucedió en 1997.

El hielo marino antártico protagonizó una extensión máxima temprana en 2016, seguida por una muy rápida pérdida de hielo a partir de principios de septiembre. Desde noviembre, la extensión diaria del hielo marino antártico se ha encontrado constantemente en sus niveles más bajos en el registro satelital. La pérdida de hielo se ralentizó en febrero.