Juanelo Turriano (Cremona, 1500-Toledo, 1585), relojero e ingeniero de Carlos V y Felipe II apenas dejó huella en su ciudad natal, pero el gran Torrazzo con su reloj astronómico y su meridiana solar nos recuerdan la actividad del brillante matemático.
El Torrazzo es el segundo campanario más alto de Italia y su reloj astronómico muestra fases de la luna y el zodiaco; el artificio fue fabricado por Francesco Battista Divizioli y su hijo Giovanni entre 1583 y 1588. El tamaño del reloj parece ser el mayor del mundo con sus más de 8 metros de diámetro.
Menos visible es la meridiana solar de orificio del lateral con su analema corrector de la ecuación del tiempo.
Desaparecidos los dos relojes astronómicos que fabricó Juanelo y que eran la joya que se enseñaba a los visitantes de la corte de Felipe II, los relojes de Cremona no nos dejan indiferentes. El artificio de Toledo no tuvo mejor suerte.
La plaza de Cremona con su baptisterio octogonal, catedral, torrazzo y logia es un buen lugar para recordar al genial Janello Torriani, cuya obra admirable nos ha sido negada así como de la ingratitud de los que le dejaron morir en la indigencia.