Recordando a... Pedro Salvatierra

Publicado el 23 marzo 2014 por Agustin @TecleaTeCrea
Que nadie se confunda con el título... Está muy vivito... y coleando :) Y que siga así muchas décadas más. Es la cuarta entrega de la colección de conciertos recordados que estoy realizando, tras Achúcarro, Larrocha y Orozco...
En realidad me va a costar mucho ser objetivo, pues fue mi mentor una década... y es mi amigo dos décadas más después (me sigue costando quitarle el "Don Pedro ;)  Pero creo que lo que referiré es lo que sentí, al menos seré coherente con mi percepción. 
Lo he escuchado todas las semanas, pues mi profesor era de los que ponen ejemplos (se cuentan casos de profesores cuyos alumnos/as jamás le han escuchado tocar!). Luego le he oído en todo tipo de repertorios y compositores y debo decir que Chopin es especial en sus dedos. Lo digo yo y todo el que le ha oído tocar al polaco. Cómo lo definiría? Canto! Fraseo! Magia! Respiración! Elegancia!
...Ya sabemos cuánto influyó el canto en Chopin, su admiración por Bellini, por las cantantes de su tiempo, cómo recomendaba a sus alumnos oir a la Malibrán o a Viardot, a tal o cual... Supongo que habrá influido mucho que Pedro no es un pianista cualquiera, no es uno más al uso, en el sentido que se preocupó de estudiar la voz hasta tal punto que en una audición nos sorprendió a todos cantando "Granada" de Lecuona de una manera magistral! Y quien ha cantado Granada sabe que no es fácil, precisamente. Además estudió canto gregoriano con el Padre Méndez según el método de Solesmes.
Se formó además de con el catedrático (con quien también estudié) Rafael Prieto, bebiendo de las fuentes directas de los míticos Galvez que trabajaron codo con codo con Manuel de Falla. También con Ramón Coll y con Vlado Perlemuter, eso deja sello. Perlemuter es un genio del piano, cuya máxima preocupación era... el sonido! La manera de expresar... Los ambientes, la cantabilidad... Eso hizo Pedro en su interesante carrera concertística por diferentes países, transmitir paz a través de su canto, un lirismo a través de sus dedos. En el vídeo le vemos y oímos recientemente acompañar a su hija, que también canta primorosamente, y vemos su facilidad para leer a primera vista pues así sucedió ese día que veis en el vídeo y su manera de salir airoso de un concierto con un piano que no estaba en las idóneas condiciones mecánicas, incluso no funcionaba correctamente ninguno de los dos pedales principales.
Tengo delante mía dos programas de conciertos que le escuché al margen de las clases (fui a otros, por ejemplo, un monográfico Beethoven en la Diputación gaditana, un cuarto en el que se ve que me confundí de día y de hora y me quedé una hora esperando y no apareció ningún concertista en la sala:) y quiero hablar de ellos. Por un lado me fascina la dedicatoria del primero, no pudo ser más CREATIVA: "A Agustín con el perfume de los grandes lírios". Genio y figura! En el otro programa, porque le conté lo mucho que me impactó su poética frase, por lo inhabitual, -he coleccionado autógrafos de muchos artistas y a lo más que llegan es al consabido "con cariño, deseando suerte", etc..."... este lo conservo como si me lo hubiera escrito el mismo Mallarmé :) pues, como decía, en otro programa rizó el rizo y escribió "El aroma vigoroso de las palmeras altas y deslumbrantes es el símbolo de nuestra sagrada amistad... más allá de timbres sonoros eternos"... Él mismo se describe como pianista al firmarme sus programas: UN POETA DEL PIANO!
Qué tocó el 24 de noviembre de 1989 en la Iglesia de la Concepción de la C/Neveria (creo que de El Puerto de Santa María)? Una sonata de Scarlatti (no figura en el programa, pero yo anoté que la K380 en mi M), la sonata Claro de Luna de Beethoven y en la segunda parte un ramillete de obras breves: un vals, una mazurka, un nocturno y un estudio de su Chopin "cuasi-reencarnación", Granada de Albéniz y la Farruca de Falla. Tengo anotado en el mismo sus bises: el nocturno op. 9 de Skriabin (para la mano izquierda y mi anotación "se agarraba en el banco con la derecha -para equilibrar-, supervirtuoso!") y para distendir el ambiente, de tanto perfume romántico imagino, y dejarnos a todos con una sonrisa en los labios de vuelta a casita el apodado "minuetto del bocadillo", también conocido como "pan y mantequilla" o "la tarta de mantequilla", contándonos incluso la anécdota sobre cómo la hermana de Mozart, Nannerl, untaba el rico producto y Wolfgang creó la obra, supuestamente, imitándola, copiando al piano sus gestos de vaivén... :)
Otro concierto fue el que dio el 30 de marzo de 1995 en homenaje del conservatorio por el 1er Centenario del nacimiento de José Cubiles (194-1994). El conservatorio donde estudié siempre se distinguió por tener muy en cuenta la música española, andaluza y gaditana, en particular, realizando ciclos de pianistas que bordaban este repertorio... Ese día interpretó tres corales de Bach (en transcripción de Busoni, dato que no figura en el papel), las variaciones KV265 de Mozart, una suite de Debussy, casualmente la misma sonata beethoveniana aludida anteriormente, dos nocturnos de Chopin (igual que en el anterior post coincidió con Achúcarro en la Farruca falliana y el nocturno de la mano izquierda del compositor ruso, aquí coincide con el op. post. en do sostenido menor y nos deleitó especialmente con esa obra magistral, orgánica, trágica, una especie de balada condensada en nocturno, el op. 48/1 en do menor) para acabar con el Scherzo op. 31 del mismo compositor... Anoté en el programa "De leyenda! Lección magistral de expresividad y dominio del sonido (¡qué canto!)..."
No digo más.
Inolvidable!