No sé si muchos de vosotros conoceréis esta película de 1984 dirigida por Alan Parker, basada en la novela homónima de William Wharton y que logró el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 1985. Yo sí sé que a mí me hubiera pasado desapercibida esta magnífica cinta, si no fuera porque su BSO corre a cargo de Peter Gabriel y debo reconocer que soy una incondicional del músico inglés ex líder de los Genesis.
Birdy cuenta la historia de dos amigos adolescentes que viven en un suburbio de Filadelfia. Mientras el introvertido Birdy (Matthew Modine) siente una extraña obsesión por los pájaros y su gran sueño es poder volar, Al (Nicolas Cage) está más preocupado por las chicas y por divertirse. La guerra del Vietnam destruirá la vida de ambos muchachos: Al volverá con graves heridas y Birdy dará con sus huesos en un hospital psiquiátrico, ya que todo parece indicar que definitivamente se ha convertido en un pájaro.
La escena que podréis reproducir a continuación ocurre justo después de que Birdy vuelva del baile del instituto. El joven sube a su habitación, se desnuda, se acurruca en su pajarera rodeado de sus pájaros y “vuela” acompañado por las geniales notas de Birdy’s Fly, adaptación de la parte final de la canción Not One of Us incluida en el tercer álbum en solitario de Gabriel.
“En mis sueños, nada me ata al suelo. Todo está libre. No hay nada en mi vida que me retenga aquí. Me gustaría morir y reencarnarme en un pájaro…”
Briony