Recordando algunas escenas antológicas: “¡No se acabó, no señor!” John Rambo y su visión de Vietnam.

Hace tan sólo unos días Snake habló de esta película, pero soy un confeso admirador de un hombre de cine como lo es Sylvester Stallone y no puedo reprimir mis ganas de recordar este fragmento en particular de ‘Acorralado’, la excelente película basada en la novela de David Morrell y que tiene como protagonista al soldado John Rambo.

La historia de “Johnny” comienza cuando, tras regresar de la guerra de Vietnam, es tratado con dureza por un sheriff local que critica su aspecto, su pelo y sus modales, y que decide encerrarle en un calabozo donde los tratos vejatorios desatarán a la bestia que lleva dentro. La siguiente hora de metraje es una lucha de supervivencia en las motañas donde vemos que Rambo no es simplemente un soldado cabreado, sino “un hombre experto en la lucha de guerrillas. Ese hombre es excepcional… con armas de fuego, con el cuchillo, ¡con sus propias manos! Un hombre que está entrenado para ignorar el dolor, las condiciones climatológicas… vivir de lo que da la tierra… comer cosas que harían vomitar a una cabra. En Vietnam la misión de mis hombres era eliminar a ciertos enemigos. ¡Matar! ¡PUNTO! Matar o morir… y Rambo era el mejor.”

El largo monólogo que vamos a ver a continuación está considerado como uno de los momentos cumbres de la carrera del actor. Nos demuestra con él que en el fondo “Johnny” no es más que un hombre trastornado. Su descripción de la guerra y la muerte nos hacen a la idea de todo lo que gente como él tuvo que ver y sentir, y su incapacidad para más tarde regresar a una vida urbana ajena a todo aquello. Su personalidad, completamente destrozada por lo que tuvo que presenciar en una de las guerras con peor prensa de toda la historia, es similar a la de muchos inadaptados que no llegan a regresar nunca del todo del campo de batalla. Gente para la que el sentimiento de camaradería y fraternidad que desarrollaron en el frente se disolvió al poner los pies en la civilización, un lugar mucho más tenebroso para ellos que lo que dejaban atrás. Sin esta escena un cambio que Stallone decidió introducir en el guión original, “Acorralado” no sería más que otra película de sudor, tiros y testosterona.

La rendición de John Rambo.