Hace unos días comentábamos ladimisión del Directorde la CIA, en Estados Unidos, por un lío de faldas y por la posible vulneración de la legislación sobre secretos oficiales. Pero España es diferente, ayer se volvía a votar en el Congreso de los Diputados la elección de una Diputada de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), como miembro de la Comisión de Secretos Oficiales, en representación del Grupo Mixto. Solo el hecho de que se presente esta candidatura debería considerarse un insulto a la inteligencia de los partidos llamados nacionales. Es la tercera vez que ocurre esto, pues ya en dos ocasiones anteriores el candidato de ERC no había obtenido los votos necesarios. Para pertenecer a la citada Comisión de Secretos Oficiales son necesarios el voto de tres quintas partes del Pleno de la Cámara Baja. La Diputada Teresa Jordà ha obtenido 91 votos a favor, 163 votos en blanco, 3 votos nulos y otros tantos a favor.
Lógicamente no ha salido elegida, pero me sorprenden esos 163 votos en blanco, ¿por qué no han votado directamente que no? Yo estoy a favor de que un partido independentista, una formación que quiere romper este País, no esté integrada en la Comisión de Secretos Oficiales. Esta gente no debe tener acceso a determinada información. No obstante deduzco que de los 91 votos a favor hay alguno del Grupo Socialista, como siempre los miembros del PSOE actuando de forma irresponsable, al estar a favor de que alguien que lo que quiere es hacer saltar por los aires España forme parte de la Comisión de Secretos Oficiales. Una Comisión de importancia, que tiene acceso a secretos de Estado y a cuestiones delicadas para la seguridad Nacional. Pero sigo sin entender por qué el Partido Popular no ha votado que no. Cuando se debe claro y tajante en este tipo de decisiones, como siempre han de surgir las actitudes maricomplegines, como diría D. Federico. Pero hemos de ir más allá. Si Convergencia i Unió (CIU) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) siguen por su deriva separatista, a lo mejor hay que aplicar la misma medida con ellos, vetándoles también en la citada Comisión. Aunque a eso no creo que se atrevan.