No hay más que echarle un vistazo a la prensa para darse cuenta de que la izquierda (la extrema izquierda, más bien) está desatada, contando también con el apoyo de parte del Partido Socialista. Titulares hay muchos, a saber: “PSOE e IU justifican el asalto al despacho del director de Telemadrid”, “La CEAPA arremete contra la prensa por informar del asalto al colegio de Mérida”, “La consejera de Educación de Andalucía, con la huelga” o “El PSOE apoya la segunda huelga contra Rajoy: <Las cosas están muy mal>”, son titulares de ayer de diversos medios de comunicación. Es curioso, pero cuando las cosas están mal y gobierna la derecha la izquierda no ayuda, al contrario, se dedica a poner piedras en el camino, para entorpecer la marcha, para evitar que se adopten medidas que puedan mejorar la situación. Esta es la izquierda que tenemos en España. Tenemos al principal partido de la oposición apoyando huelgas, manifestaciones por la secesión de Cataluña, siendo ambiguos con los mensajes sobre el separatismo, justificando asaltos a despachos oficiales. Y no pasa nada. Y el Partido Popular me tiene desquiciado. No sé si calla ante estas situaciones por temor, por estrategia o por maricomplejines, como diría el amigo Jiménez Losantos. A lo mejor el PP calla por responsabilidad institucional, por dar una buena imagen de España, pero creo que se equivocan. Gran parte de la izquierda de este País, igual que dije respecto a los nacionalistas, se comportan como los chulos de barrio, porque siempre han hecho lo que han querido, “porque ellos lo valen”; y debería haber alguien del Partido Popular que los pusiera en su sitio, que hablara clarito, porque como dice el castizo, “las cosas claras y el chocolate espeso”. Y la izquierda tiene muy claras las cosas, tiene muy claro lo que quiere. Da la sensación de que cuanto peor le vaya a España mejor le va a la izquierda; ahí tenemos el ejemplo de Andalucía, como comentábamos ayer. Lo que sí tengo claro es que la izquierda está desatada e irá a más, salvo que alguien les hable clarito y los ponga en su sitio.
Los domingos en Desde el
Caballo de las Tendillas son para recordar, y hoy os traemos un post de octubre
del 2012, en el que decíamos que la izquierda está desatada. Casi tres años
después la cosa está mucho peor…
No hay más que echarle un vistazo a la prensa para darse cuenta de que la izquierda (la extrema izquierda, más bien) está desatada, contando también con el apoyo de parte del Partido Socialista. Titulares hay muchos, a saber: “PSOE e IU justifican el asalto al despacho del director de Telemadrid”, “La CEAPA arremete contra la prensa por informar del asalto al colegio de Mérida”, “La consejera de Educación de Andalucía, con la huelga” o “El PSOE apoya la segunda huelga contra Rajoy: <Las cosas están muy mal>”, son titulares de ayer de diversos medios de comunicación. Es curioso, pero cuando las cosas están mal y gobierna la derecha la izquierda no ayuda, al contrario, se dedica a poner piedras en el camino, para entorpecer la marcha, para evitar que se adopten medidas que puedan mejorar la situación. Esta es la izquierda que tenemos en España. Tenemos al principal partido de la oposición apoyando huelgas, manifestaciones por la secesión de Cataluña, siendo ambiguos con los mensajes sobre el separatismo, justificando asaltos a despachos oficiales. Y no pasa nada. Y el Partido Popular me tiene desquiciado. No sé si calla ante estas situaciones por temor, por estrategia o por maricomplejines, como diría el amigo Jiménez Losantos. A lo mejor el PP calla por responsabilidad institucional, por dar una buena imagen de España, pero creo que se equivocan. Gran parte de la izquierda de este País, igual que dije respecto a los nacionalistas, se comportan como los chulos de barrio, porque siempre han hecho lo que han querido, “porque ellos lo valen”; y debería haber alguien del Partido Popular que los pusiera en su sitio, que hablara clarito, porque como dice el castizo, “las cosas claras y el chocolate espeso”. Y la izquierda tiene muy claras las cosas, tiene muy claro lo que quiere. Da la sensación de que cuanto peor le vaya a España mejor le va a la izquierda; ahí tenemos el ejemplo de Andalucía, como comentábamos ayer. Lo que sí tengo claro es que la izquierda está desatada e irá a más, salvo que alguien les hable clarito y los ponga en su sitio.
No hay más que echarle un vistazo a la prensa para darse cuenta de que la izquierda (la extrema izquierda, más bien) está desatada, contando también con el apoyo de parte del Partido Socialista. Titulares hay muchos, a saber: “PSOE e IU justifican el asalto al despacho del director de Telemadrid”, “La CEAPA arremete contra la prensa por informar del asalto al colegio de Mérida”, “La consejera de Educación de Andalucía, con la huelga” o “El PSOE apoya la segunda huelga contra Rajoy: <Las cosas están muy mal>”, son titulares de ayer de diversos medios de comunicación. Es curioso, pero cuando las cosas están mal y gobierna la derecha la izquierda no ayuda, al contrario, se dedica a poner piedras en el camino, para entorpecer la marcha, para evitar que se adopten medidas que puedan mejorar la situación. Esta es la izquierda que tenemos en España. Tenemos al principal partido de la oposición apoyando huelgas, manifestaciones por la secesión de Cataluña, siendo ambiguos con los mensajes sobre el separatismo, justificando asaltos a despachos oficiales. Y no pasa nada. Y el Partido Popular me tiene desquiciado. No sé si calla ante estas situaciones por temor, por estrategia o por maricomplejines, como diría el amigo Jiménez Losantos. A lo mejor el PP calla por responsabilidad institucional, por dar una buena imagen de España, pero creo que se equivocan. Gran parte de la izquierda de este País, igual que dije respecto a los nacionalistas, se comportan como los chulos de barrio, porque siempre han hecho lo que han querido, “porque ellos lo valen”; y debería haber alguien del Partido Popular que los pusiera en su sitio, que hablara clarito, porque como dice el castizo, “las cosas claras y el chocolate espeso”. Y la izquierda tiene muy claras las cosas, tiene muy claro lo que quiere. Da la sensación de que cuanto peor le vaya a España mejor le va a la izquierda; ahí tenemos el ejemplo de Andalucía, como comentábamos ayer. Lo que sí tengo claro es que la izquierda está desatada e irá a más, salvo que alguien les hable clarito y los ponga en su sitio.