La Federación Aeronáutica Internacional (FAI), a cargo de homologar récords aeronauticos otorgó 3 récords a Zephyr, entre ellos el avión que más tiempo ha permanecido volando.
Creado por la compañía de de tecnología militar Qinetiq, la aeronave completó su vuelo de dos semanas de duración el pasado mes de julio en Estados Unidos.
Qinetic cree que tiene aplicaciones en tareas de vigilancia y de comunicaciones.
Despegue del avión Zephyr en julio pasado
La hazaña del pasado julio ha llevado a Zephyr a ser apodado el "avión eterno".
"Este avión puede ayudar a vigilar a los piratas que operan en el Cuerno de África, o también alertar a las autoridades sobré dónde y a qué velocidad se extienden los incendios forestales, así como para garantizar las comunicaciones de los soldados cuando éstos se hallan en terrenos montañosos o colinas", explicó Chris Kellener, Diseñador Jefe de Qinetiq.
La FAI señaló que Zephyr batió el anterior récord de duración para un vehículo autónomo no tripulado (UAV), conseguido por el avión militar Global Hawk de Northrop Grumman en el 2001, el rércord fue mejorado en un factor 11.
La organización establece la duración oficial del vuelo en 336 horas, 22 minutos y ocho segundos.
El vuelo de Zephyr también estableció una nueva marca en cuanto a la duración de vuelo para un avión no tripulado de su clase (aviones de un peso entre 50 y 500 kg). Xephyr también batió el récord de altitud en esta categoría, el récord de altitud de 21.562 metros (70.741 pies).
El avión fue lanzado manualmente. Zephyr vuela durante el día por la energía generada por sus paneles de células fotovoltaicas situadas en sus alas.
Zephyr volando en los cielos de Arizona
Las células fotovaltaicas están hechas de silicio amorfo, las células están dispuestas en paneles tan finos como una hoja de papel. Las células también cargan unas baterías de litio-azufre que son suficientes para mantener la nave volando por la noche.
Durante el vuelo en julio, los ingenieros descubrieron que Zephyr perdía algo de altura durante la noche debido a una reducción de energía en los motores, sin embargo las baterías almacenan la suficiente energía para mantener la nave volando.
La clave de su éxito es su diseño ultraligero, con esqueleto de fibra de carbono, lo que significa que una nave con 22,5 metros de envergadura pesa poco más de 50 kg (110 libras).
Los aviones solares de gran altitud se espera que tengan un amplio abanico de aplicaciones.
Los militares quieren usarlos como plataformas de reconocimiento y comunicaciones. Para actividades civiles y científicas serán dotados de cargas pequeñas que les permitan realizar tareas de observación de la Tierra.
Su gran ventaja es que se mantienen sobre un punto durante bastante tiempo. Por el contrario, los satélites de órbita baja, cruzan velozmente el cielo, y los aviones convencionales deben regresar a su base para repostar a intervalos regulares.
Fuente original BBC
Publicado en Odisea Cósmica
¡Suscríbete Ya!