Recorrido circular en Monte Buciero. Santoña.Cantabria

Por Ana Undurraga

Acantilado desde el faro del Caballo


Un domingo precioso de abril, de los pocos días soleados de esta primavera pasada por agua por aquí en el Norte, me acerqué a hacer un recorrido por el monte Buciero, ese monte imponente junto a Santoña que domina el horizonte, en días despejados, incluso lo llego a ver desde cerca de mi casa y vivo en Bizkaia a la salida de la ría de Bilbao.


La última vez que estuve por allí me quedé con las ganas de hacer un recorrido completo al monte, una circular de unos 10 Km que permite rodearlo y además acercarse a los dos faros que se asientan allí, el faro del Pescador y el del Caballo. Y de ésto, casi 5 años, como pasa el tiempo.

Bajando al faro del Caballo


Así que me dispuse a ello, no sin miedo de ver cómo responderían mis rodillas a los 700 escalones que hay para bajar al faro del Caballo, no solo bajarlos, sino después subirlos. Era lo único que me podía echar para atrás, pero me planteé bajarlos con lentitud sin forzar demasiado las articulaciones y lo mismo al subir. Vaya si mereció la pena, el conjunto de la piedra y la vegetación en la zona valiosísimo, árboles que surgían de la roca, plantas abriendo sus hojas a la primavera, flores elevándose a la luz, raíces retorcidas buscando un hueco entre los recovecos de las rocas, y de fondo el color azul turquesa del mar Cantábrico iluminado por el sol. 

Inicio de la bajada al faro del Caballo


Faro del Caballo


Durante toda la bajada, en ningún momento se veía el faro del Caballo, y por un momento llegué a pensar que había equivocado el camino, no podía ser posible porque subía y bajaba mucha gente, y además al principio vi el letrero de los escalones, pero... hasta que ya casi al final, su silueta se recortó sobre el mar. A un lado y otro del faro el acantilado caía a pico, con imágenes bellas de la unión de la piedra con el mar. Se veían muchas gaviotas en los pequeños apoyos o salientes de las rocas. 




De vuelta al inicio de la bajada al faro, los 700 escalones se hacían pesados de subir, porque eran como si fueran escaleras de piedra del doble de altas que las que estamos acostumbrados. Pero por fin, volví a la senda, de aquí para seguir la circular, el recorrido discurre con normalidad, ya no hay tantos desniveles y se va entre el arbolado, por lo que el recorrido se hace con ligereza. Hasta que se llega al otro faro, el del Pescador. 

Faro del Pescador

Llegados a este otro faro, las vistas son hacia Noja e Isla pudiendo apreciar también esta parte del acantilado. Después de otro tramo andando ya hacia el interior de la falda del monte se ve ya la playa de Berria y el penal del Dueso. Poco a poco la vista se amplía a toda la marisma, allí donde voy a menudo a ver pájaros. Pasé un rato mirando y reconociendo los lugares. Más tarde por diferentes senderos, ya que está lleno de ellos, llegué a la pista asfaltada que vuelve al punto de origen del recorrido que había sido el fuerte de San Martín. Ya en este último tramo fui reconociendo los lugares de Santoña, sus calles, a lo lejos el puerto, la plaza de toros, el paseo, acabando el recorrido que había empezado viendo el puntal de Laredo, a medida que se empezaba a ascender.

marismas de Santoña y playa de Berria


circular al Monte Buciero.Santoña