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Día 1- Recorrido por el distrito del Castillo y colina de Gellert
Antes de niciar el recorrido de 4 días por Budapest… ¿Sabes de dónde viene el nombre de Budapest? Precisamente de la unión de zonas separadas por el Danubio es lo que ahora conocemos como Budapest. Tanto Buda como Pest han ido transformándose a lo largo de la historia, sin unir sus vidas hasta que apareciese el puente de las cadenas en 1849. Una ciudad majestuosa, llena de luces que la iluminan al atardecer, con rincones de ensueño y una vida nocturna que no podríais ni imaginar. Los ruin bars se han puesto de moda junto con las terracotas de los green garden bars, son perfectos para tomarse una cerveza, escuchar música en directo y disfrutar un poco más de la vida de esta ciudad. Aquí va un recorrido por las zonas que no te puedes perder, cómo moverte y algunos de los platos típicos que tienes que probar. No te lo pierdas!!
Comenzamos el recorrido con un Free Tour a las 10:30 en la plaza de Vorosmarty (enfrente de los leones). Un recorrido de 2 horas para conseguir una perspectiva de la ciudad, perfecto para situarte. Panorámica desde Belgrad rkp donde está la estatua de la “little princess” , justo al lado de las vías del tren. Desde ahí puedes contemplar de un sólo vistazo el Danubio, la colina de Buda o el bastión de pescadores.
En el recorrido pasamos por Vaci Ukta (calle repleta de tiendas y souvenirs), atravesamos el parque se Sisí, la basílica de San Esteban, la academia de las ciencias y nos dirigimos hacia el puente de las cadenas.
¿Sabes cuál es el único fallo del puente de las cadenas? (Pista: mira de cerca los leones)La leyenda cuenta que cuando el arquitecto (tan orgulloso de su puente perfecto), se dio cuenta del fallo, se tiró por el puente y se suicidó. Y el problema es, los leones no tienen lengua!! Aunque existen otros puentes en la ciudad, este es el más emblemático de la ciudad ya que unió ambas partes de la ciudad(tuvo que ser reconstruido tras las II Guerra Mundial).
Una vez cruzamos el puente, empieza la subida a la colina del Castillo de Buda. Hay 2 opciones: el funicular (1000HUF o 1700 i/v)o subir 10 min por las escaleras e ir contemplando los miradores.
Observamos el complejo del castillo de Buda y por último, el tour nos deja en la zona del bastión de pescadores (fortaleza defensiva del barrio de pescadores) y la iglesia de Matías (preciosa por su tejado multicolor). Ya luvimos tiempo para pasear tranquilamente, contemplar las vistas desde allí y seguir visitando la ciudad (Nota: no hace falta que pagues la entrada, las vistas las tienes igual desde las zonas de libre paso).
Picamos unas slides de pizza y unos struddles salados&dulces en un sitio que estaba allí cerca (Budavari Rétesvar), el resto de opciones de la zona son tipo buffet y muy orientadas al turismo.
Después de descansar, bajamos por Fortuna Ukta para ver las casas de colores que te llevan hasta la puerta de Viena, paseamos por el nº9 de Táncsics Mihály utca donde se encuentra la antigua prisión y un poco más adelante el hotel Hilton (una peculiar construcción unida a una iglesia dominica y una universidad jesuita barroca).
Antes de bajar, fuimos al museo “Hospital in the rocks” . Una red de cuevas subterráneas formadas por las aguas terminales que ha tenido diferentes propósitos a lo largo de la historia. En plena II guerra mundial sirvió como hospital y bunker ante ataques químicos más tarde. Precio: 4000 HUF (Mirad los horarios porque los tours son cada hora). Resulta un museo muy curioso, ambientado como en las salas del antiguo hospital.
Hay algunas otras cuevas subterráneas como el laberinto del castillo de Buda (2000 HUF).
Luego recorrimos el castillo de Buda y bajamos las escalinatas hacia la colinas de Gellert. El castillo es impresionante, no tanto por su exquisitez sino por sus enormes dimensiones. Originalmente este edificio estaba adornado con millones de florituras; pero en la reconstrucción que sufrió tras las II guerra mundial los soviéticos quisieron hacerlo de la forma más sobria (más acorde con los valores comunistas).
Rematar el día con unos baños en las termas calientes de los baños Gellert es una gozada, cuenta con 2 piscinas al aire libre (una de olas y otra caliente con chorros) y otras 6 interiores más pequeñas; mi opinión es que son los más originales, es como bañarte en un palacete. (5100HUF- Viernes. Hay varias opciones, en función el día y si quieres algún masaje)
Hacia la colina de Gellert…
Con las piernas descansada y la barrita de energías al mínimo, subimos la colina de Guellert. Nada más empezar a subir encontrarás una pequeña iglesia esculpida en la roca; y ya en la cima se encuentra el monumento a la independencia. Y por última, coronando la cima encontrarás la Ciudadella (que nunca libró batalla alguna).
El monumento a la independencia es uno de los pocos restos comunistas que encontrarás en medio de la ciudad (el resto han sido trasladadas a Memento Park). Este monumento rinde homenaje a los soldados soviéticos que cayeron liberando la ciudad en 1945.
Subir hasta aquí arriba merece la pena por las vistas de la ciudad, nosotros llegamos ya de noche y vimos todo Budapest iluminado.
Para terminar este primer día intenso nos fuimos al barrio judío para cenar y ver el ambiente nocturno. Uno de los “must” es pasear por Gozsdu udvar. Calle repleta de restaurantes, música, karaokes y ben ambiente. Nosotros cenamos en “Spiler”, unas cervezas húngaras acompañadas de comida tampoco demasiado reseñable. Y unos bailes para terminar la noche… ¿Crees que se podría exprimir más el día?
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