Las Catacumbas de Paris son uno de los cementerios mas famosos de Paris y consiste en una red de túneles y cuartos subterráneos que en un primer momento se crearon como minas de piedra caliza pero que en el siglo XVIII se empezaron a utilizar como cementerio.
La visita empieza descendiendo a las propias Catacumbas por pasajes angostos y estrechos que más bien recuerdan a una película de terror. Luego de caminar por largos pasillos con poca luz empezamos a llegar a la parte donde se acumulaban los restos óseos. Restos apilados que fueron llevados allí poco a poco. Una mina reutilizada como Cementerio, algo que ni Mel ni yo habíamos visto nunca, pero algo realmente especial y que mereció la pena el precio de la entrada.
Pero el transportar los huesos a las minas no fue una tarea fácil y mucho menos rápida, ya que tardaron cerca de 15 meses en conseguirlo, haciendo el trabajo principalmente en la noche y transportando los huesos en carruajes. Pero ahora, aproximadamente 6 millones de parisinos descansan en las minas.
A lo largo de todas las Catacumbas, podemos ver como los huesos están acomodados en forma de muralla, decisión que tomó el Inspector General de Canteras y a lo largo del recorrido se pueden encontrar placas identificando la procedencia de los huesos, así como algún que otro altar.
Del total de la longitud de los túneles, unos 300 kilómetros, sólo kilómetro y medio está abierto al público, debido, en su mayor parte, ya que se practicaban rituales siniestros en las Catacumbas, como las Misas Negras, lo que llevó a las autoridades de París a cerrar la mayor parte.
Transitar por estos túneles es demasiado complejo y eso a pesar de que poseen placas que identifican bajo que calle se encuentra uno, pero es muy fácil perderse. Hay pasadizos que son muy estrechos y bajos y algunos incluso se inundan con facilidad, por todo ello lo más recomendable es contar con la ayuda de un guía.
Como toda buena atracción, cuenta también con entradas secretas a través de alcantarillas o por el metro, pero es algo peligroso y riesgoso, ya que si te encuentras con la policía de las Catacumbas la "broma" puede llegar a salirte por mínimo 60€ de multa.
Como amante de la historia que soy, sobretodo del período que comprende la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cabe destacar que durante la Segunda Gran Guerra, los miembros parisinos de la Resistencia Francesa utilizaron los túneles para poder moverse bajo la ocupación de las tropas nazis, y estos mismos establecieron un bunker subterráneo en las catacumbas, debajo de Lycée Montaigne, una escuela secundaria en el sexto arrondissement.
Datos de interés
La entrada a las catacumbas se realiza por la avenue du Colonel Henri Rol-Tanguy (place Denfert-Rochereau) y el horario de visitas es de 10:00 a 20:00. Se puede llegar en Metro y RER B : Denfert-Rochereau. La entrada tiene un costo de 10€ para el público general y de 8€ en precio reducido.