¿Alguna vez has tirado un chicle o una colita al suelo, has tomado algo en una cafetería y has dejado el vaso en la mesa o se te ha caído un cabello en el metro o autobús?, si tu respuesta es que sí, puede ser que una copia de tu rostro se encuentre algún día en una de las exposiciones de la artista , llamada "" (Visiones extrañas).
Y es que a diario dejamos rastros genéticos por cualquier lugar público y esta artista los aprovecha para reproducir los retratos de personas anónimas generados a partir del ADN que recopila de pelo, colillas de cigarros o chicles que encuentra en la calle.
¿Cuál es el proceso de creación de rostros anónimos?
- Primero recoge una muestra que encuentra por la calle
- En el laboratorio consigue extraer el ADN de la muestra recogida
- El ADN es analizado y gracias a él puede extraer información de la persona, como es el sexo, color de pelo o de ojos, si tiene pecas, tono de piel o información de las facciones faciales.
- Después, estos trazos son usados como parámetros en un programa informático que genera una imagen facial en 3 dimensiones
- Posteriormente se imprime el resultado del programa con una impresora en 3 Dimensiones
Aunque los rostros pueden parecerse un poco a la realidad, quedan muchas incógnitas sin resolver como es la edad del individuo o las consecuencias del medio ambiente o factores del entorno en la expresión de los rasgos. Es por esto que todos los retratos expuestos tienen una edad aproximada de 25 años y que a día de hoy ninguna persona se ha identificado con ninguno de los rostros.