Hacía mucho tiempo que no hacía codillo y en casa estaban de antojo, ya me había escaqueado demasiado tiempo ya no había excusa así que el fin de semana tenía preparado el menú de un día cosa que por otro lado se agradece. Ya solo quedaba pensar como lo preparaba y fue de la siguiente manera, total improvisación.
Ingredientes:
- 2 codillos semicocidos
- sal
- pimienta
- tomillo
- romero
- aceite de oliva
- una hoja de laurel
- agua
- patatas
- vino blanco
Elaboración:
Cocer primero los codillos, en mi caso eran envasados al vacío y medio cocidos, lo que hice fue poner agua hasta casi cubrir los codillos, una hoja de laurel, unos granos de pimienta y una cebolla pelada y entera con un puñado de sal en la olla rápida ( yo tengo eléctrica la FC) y los cocí durante una hora con la válvula cerrada.
Una vez cocidos los saqué de la olla y le quité toda la grasa del alrededor.
En una bandeja de horno ponemos una cama de patatas cortadas en rodajas gruesas, salpimentamos y regamos con un chorro de aceite de oliva, ponemos encima los codillos y les ponemos un buen pellizco de romero y tomillo y regamos con un vaso de un buen vino blanco.
Horneamos a 180º hasta que las patatas estén asadas, si fuera necesario utilizar más líquido iremos regando con el caldo de haber cocido los codillos.
La casa olía a gloria y en la mesa disfrutaron comiéndolo.
Sobre la autora:
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