Las palabras fluyen bajo la memoria
inevitable de tu mundo, lejos del
entumecido cuerpo.
El espacio quiebra toda presencia.
En las venas, mi sangre palpita
por encontrarte.
Cuadros y fotografías envejecen
con los años,
amarillean.
Recuerdos que burlan la noche
y arañan la conciencia.
Enloquezco en la intimidad
[de mi universo.
Entre silencios
duermo.