Recuerdos de Ourense

Por Daniel Paniagua Díez
Aprovechando unos días de descanso en el mes pasado pude una vez más acercarme a la bella ciudad de Ourense para intentar recuperar mi maltrecha figura. La ciudad estaba en plenas fiestas de San Juan y San Pedro así pues además de ponerme a remojo en As Burgas pude disfrutar de un ambiente fenomenal día a día.
Para mí es inexcusable visitar Ourense y no darme una tranquila vuelta por su maravillosa catedral de San Martín. Un viejo peregrino siempre pasa a saludar al Patrón.
http://www.obispadodeourense.com/diocesis/diocesis_catedral_visita.php
La Catedral de San Martín se comenzó a levantar en tiempos del rey de León y Galicia Fernando II y se culminó en tiempos de su hijo Alfonso IX. Edificada sobre las ruinas de una basílica real dedicada a este santo en tiempos de los reyes suevos que había sido, digamos, que mal conservada durante la ocupación bereber el obispo don Pedro Seguín decidió que lo mejor era levantar un templo completamente nuevo y que por coincidir su construcción con la de Santiago de Compostela recibió mucha influencia, especialmente del Maestro Mateo.
Para los amantes de la historia de los constructores de las catedrales, los maestros canteros, Ourense es un filón inagotable pues debió ser algo así como la universidad de los masones y por todas partes dejaron muestras de su genio extraordinario y su dominio completo de la piedra tallada.
La catedral de San Martín es de las últimas que se construye en el estilo que llamamos Románico y ya se nota en muchas cosas y rincones, como el cimborrio, la llegada del gótico. Hay cosas curiosisimas en su interior, como por ejemplo bancos donde la gente pasaba el rato, bien fresquitos en la tórrida canícula ourensana, jugando a diferentes juegos de mesa.
http://www.arteguias.com/catedral/orense.htm
Su Pórtico del Paraíso es una maravilla sin parangón y se conservan bastante bien los colores originales de las esculturas. Me parece un portento y me apena que haya tanta gente que desconozca las grandes virtudes de este templo.
En este pórtico podemos contemplar una curiosa imagen de Santiago, sin orla de santo, con un libro abierto y espada en la mano; yo la primera vez que la vi pensé que representaba al rey Fernando II pero no, al parecer es Santiago Apóstol.
http://www.elarcodepiedra.es/index_archivos/Catedral_de_Orense_Portico_del_Paraiso.htm
Maravillosas historias contadas mediante estatuillas para los peregrinos analfabetos o llegados de otros países; ángeles y demonios que se reparten a los seres humanos, náyades y sirenas, caballeros del rey peleando con monstruos encantados como el hazo, mastines con alas de águila; en fin, una gozada para los amantes de lo fantástico. Mitos gallegos que provienen de la época en que Ourense fue capital del Reino Suevo, ellos siempre con sus dragones germánicos, esas cosas tan divertidas. También se trajeron la cerveza, las empanadas y los embutidos así que no se lo tendremos en cuenta.
Y no dejéis de visitar la capilla del Santo Cristo de Finisterre; al parecer el pelo no le crece, es una leyenda urbana, pero impresiona la imagen y la capilla es un portento barroco. Las lámparas votivas al estilo de los templos de los suevos le dan ese toque mágico y maravilloso.
En fin, fueron unos pocos días pero me llevé a casa, otra vez más, estupendos recuerdos y algunas ideas para nuevos relatos, ¿quién sabe? tal vez un nuevo libro para estas navidades.
Daniel Paniagua Díez