Mano de Chopin. La que yo recuerda era bastante más siniestra.
Quizás era otra...
Máscara mortuoria de Napoleón
La Beinecke Library -una de las mayores bibliotecas especializadas en manuscritos y libros raros, que forma parte de la Universidad de Yale- cuenta entre sus colecciones con varios de estos recuerdos funerarios. De la lista de sus piezas más relevantes podemos destacar: -Rizos de pelo de Robert Louis Stevenson (1855)-Carta de Elizabeth Barrett Browning a Hugh Stuart Boyd que contiene un mechón de pelo de la autora (1848)-Carta de James Fenimore Cooper a su mujer, igualmente con un mechón de pelo del autor (1851)(Decididamente, a mediados del siglo XIX lo de mandar mechones de pelo a todos tus conocidos parece haber causado furor. Es de esperar que no se prodigasen en exceso, o nos imaginamos a todos esos escritores yendo por ahí trasquilados.)-Dientes de Ezra Pound (¡Urgh!)-Máscara mortuoria de Thornton Wilder Así que ya ven, las bibliotecas no sólo guardan libros y manuscritos. También otros restos materiales de los escritores. Personalmente, por mucha que sea mi admiración por un autor, no me gustaría contemplar a menudo su máscara mortuoria. Y sobre los dientes, mejor no decimos nada.