Revista Ciencia

Recuerdos rescatados – “Empezar de nuevo para volver a ser feliz”

Por Elodie Brans @Elo_Brans

¡Me acaba de aparecer y me encanta!

Llegó a mí como una botella lanzada al mar, llevaba navegando 8 años: un post guardado en mis notas y que nunca publiqué. En aquel entonces acababa de iniciar un nuevo proyecto profesional y estaba decidida en tomar las riendas de mi vida, ¡navegar en el mar de la felicidad!

Recuerdos rescatados – “Empezar de nuevo para volver a ser feliz”

Y han pasado tantas cosas desde entonces… Hubo momentos de tristeza, de incertidumbre en los que traté de aclarar mis ideas, de encontrar mi camino… pero en esa marea, las estrellas más brillantes me guiaron hacia donde el mar deja ver el horizonte.

Contra vientos y mareas, hoy más que nunca tengo muy claro que no pienso dejarme nada en el tintero cuando redacte la historia de mi vida. Hoy puedo decir bien alto, SOY FELIZ.

Octubre 2014,

Empezar de nuevo para volver a ser feliz.

¿Alguna vez te has sentido totalmente desilusionado por lo que haces? Has llegado a pensar que hay que hacer las cosas porque “es lo que toca”, porque te autoconvences que no hay otras posibilidades. Has optado por seguir el rumbo de la monotonía, día tras día, levantarse, ir a trabajar y volver a casa, sin ánimo, sin pasión.  

A mí me ha pasado… hasta hace un año.

Me costó poner un nombre al mal que padecía. ¿Quién me había rebatido la chispa que iluminaba mis ojos? ¿Dónde había ido a parar mi pasión, mi entusiasmo y mis ganas de vivir? Antes solía vivir cada día, y hasta entonces solo me conformaba con sobrevivir. Tenía que volver a encontrarme, cuanto antes, a mí y a la razón que me hacía levantarme con ganas por las mañanas.

Recuerdos rescatados – “Empezar de nuevo para volver a ser feliz”

Pablo Coelho dijo “Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal.” Después de varios meses por fin di con el único responsable: mi trabajo.

Estaba deprimida, tenía ansiedad. Me pasaba la vida corriendo, no tenía ni puñetera idea de a dónde iba, pero corría sin mirar mi vida, para no asustarme, para no ver la realidad. ¿Por qué tanta prisa? Hace un año me di cuenta que solo podía cambiar mi vida si empezaba a tomar el control sobre ella.

Hace un año lo dejé todo. Dejé mi trabajo sin saber bien qué me iba a pasar. No me importaba qué podía pasar, tenía que buscar otro rumbo. Estaba decidida, tenía que volver a ser feliz.

La felicidad depende de uno mismo. Concretamente, de nuestra actitud y la energía que difundimos, porque en cierto modo, las energías se contagian. Hay gente que cuando estás con ellas acabas empapado de vida. Y hay personas que cada vez que estás con ellas te amargan la vida, inclusive sin llegar a hablar llegas hundido a casa. Algunas incluso adoptan una actitud de superioridad, intimidando al otro con juegos de fuerza a veces sutiles, ni te das cuenta que pueden llegar a manipularte psicológicamente, o otras veces con grandes gestos o palabras que te dejan literalmente sin aliento. Lo preocupante de presenciar situaciones de este estilo no es ver como uno libremente puede faltar el respeto al otro porque sí. No, lo realmente preocupante es que nadie dice nada, muchas veces por miedo a ser agredido, o también por conformismo porque “él es así”.

Disculpad un momento… no hagamos lo irracional una normalidad por favor!! El que más grita no tiene más razón. Al dejar nuestro lado humano hemos hecho del respeto un mito. Por eso hay que tener cuidado con la actitud que adoptamos porque aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambiará.

Los grandes cambios personales dependen de iniciativas pequeñas, a veces incluso ínfimas. Córtate el pelo, vete de compras, haz ejercicio, búscate hobbies, renuévate por dentro y por fuera. Todo depende de tu perspectiva y de la felicidad interna que haya dentro de ti. Yo la he conocido, y quiero que la felicidad siga creciendo dentro de mi para poder seguir levantándome con ella todas las mañanas.

Hace un año me atreví a soñar sueños ambiciosos, los que te devuelven la pasión, que te hacen reír a carcajadas, que hacen que me ponga a cantar cuando no viene a cuento. Gracias a ellos he aprendido mucho sobre mí porque sí, soñar me hace más viva. Hoy más que nunca me siento fuerte, y si en ocasiones me encuentro con que la vida me vuelve a decir NO, yo le digo: ¡no ni ná! Porque ha llegado el momento de volver a ser feliz.

No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad” – Gabriel García Márquez.

Recuerdos rescatados – “Empezar de nuevo para volver a ser feliz”

Elodie Brans.


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