Este órgano barroco data de 1705, siendo en 1828 su primera restauración (30.000 reales de entonces fue su coste), dejando de funcionar en 1950 (álguien escribirá las causas del abandono, deterioro y posterior renacimiento del llamado instrumento rey).
En 1985 se consigue un convenio entre el Ministerio de Cultura y la Iglesia para comenzar una labor de restauración en órganos históricos españoles, llegando en 1988 a Oviedo Gerhard Grenzing, famoso organero alemán instalado en Cataluña donde desde El Papiol (Bajo Llobregat) volará a medio mundo cual foniatra capaz de devolver la voz a auténticas joyas apagadas por la desidia y el olvido.
La joya ovetense renació con un coste de 10 millones de pesetas (junto a los de Pravia, Corias y Covadonga, un total de 30 millones para todos ellos) y pudimos disfrutarlo muchas veces en conciertos y dentro del Festival de Órgano desde 1990, lográndose en el año 2000 un millón y medio de pesetas más para restaurar el mueble, dejándolo en perfecto estado.
Mientras tanto, en 2007, el templo y la Catedral adquieren un órgano holandés Johannus para afrontar las necesidades del culto (pagado por la iglesia ovetense) aunque insistiendo en la necesidad de reparar el instrumento barroco, pero sabemos que la burrocracia no entiende de música (ni de nada) y en 2008 aún están pendiente de soluciones. El párroco Don Laurentino Gómez tiene tanta paciencia como el Santo Job pero evidentemente el asunto escapa a sus posibilidades y empeños, quedando todo en manos de Arzobispado, Consejería de Cultura y la empresa que realizaba las obras... Tristemente lo habitual.
Por fin en marzo de este año 2010 se consiguen "arrancar" 175.000 € a la Consejería y con ello las obras de restauración, nuevamente bajo la dirección del maestro Daniel Grenzing, hijo de Gerhard y continuador de esta saga, con parte del instrumento en el taller de Cataluña y desde mayo trabajando in situ para que los 1.246 tubos volviesen "a respirar".
Pero al final todo llega aunque sea lento, el jueves 8 estaba casi todo listo, y la única forma de comprobar el trabajo realizado era hacerlo sonar, eligiendo para ello al organista titular de La Almudena madrileña (instrumento también de los Grenzing), Roberto Fresco. El lunes 12 Gerhard Grenzing, Don Laurentino y la Consejera de Cultura Mercedes Fernández fueron los primeros en volver a escuchar el órgano revivido con las notas de Cabezón (homenaje en su quinto centerario) en los dedos del astorgano Roberto Fresco (director de la palentina Academia Fray Joseph de Echevarría).
Asturias vuelve a estar en el circuito organístico nacional, y este martes supuso el arranque de un nuevo ciclo "Música en el Camino. Jacobeo 2010: El órgano en el Camino de Santiago". Por delante un recital mensual (Puerto de Vega, Pravia, Avilés con el nuevo órgano de Santo Tomás, Soto del Barco y Valdediós) hasta diciembre, esperando poder escuchar muchos de ellos y contarlo desde aquí.
P.D.: La prensa regional del miércoles recoge la noticia: La Nueva España, El Comercio y La Voz de Asturias.