De todos es sabido que, en momentos de dificultad, solemos ser más pesimistas. No hay más que retrotraerse al comienzo de la malhadada pandemia de covid-19 y aquel "de esto saldremos mejores" y ver dónde han quedado esas nobles intenciones.
De todas formas y para ser justos, no todo es culpa nuestra. Desde las industrias "cultural" y mediáticas y desde las instancias políticas se encargan de vendernos, cada vez que la cosa parece que pinta mal, que el futuro es muy negro y que nada podemos hacer para solucionarlo. Basten como ejemplo la proliferación de películas e historias sobre terrorismo y guerra tras el ataque a las torres gemelas, el aumento de películas sobre terremotos, tsunamis o demás desastres naturales en tiempos de preocupación por el cambio climático o la existencia de series con mensaje antitecnológico como Black Mirror en pleno apogeo de revolución tecnológica.
Es lógico que, en tiempos de crisis o de dificultades, seamos un poco pesimistas, pero también es cierto que lo que nos suelen vender en esos tiempos es exagerado e interesado. El futuro no es tan negro como lo pintan porque, en su mayor parte, depende en gran medida de cada uno de nosotros y de nuestra determinación y confianza, porque nunca debemos olvidar que los egoístas, los aprovechados, los faltos de empatía y educación son la minoría, pese a que desde el neoliberalismo y el capitalismo salvaje nos vendan, un día tras otro, que lo único que vale es el "sálvese quien pueda". Yo sigo pensando que de esta podemos salir mejores. Al menos estoy convencido de que yo soy un poco mejor que antes de la pandemia, y no puedo aspirar a más que eso.
Por suerte, en los últimos años tenemos ejemplos de obras artísticas y culturales que, contra viento y marea, intentan convencernos de que el buen rollo y el optimismo no solo tienen cabida, sino que son necesarios en nuestra vida. Y les vengo a recomendar tres; en concreto tres series de plataformas de streaming:
The Good Place.La pueden ver en Netflix, y va de una mujer que, de pronto, despierta en "el cielo", donde un ángel le dice que ha muerto en un accidente y, por haber sido una persona ejemplar, ha sido admitida en el cielo. El problema es que ella no es la mujer de la que le hablan, sino alguien egoísta, mal educada y despreciable. Alguien ha cometido un error en el reino de los cielos...
En Netflix está disponible hasta la temporada 6, aunque actualmente están emitiendo en EE.UU. la octava (y última) temporada. Una comisaría de policía integrada por gente absurda a los que les ocurren cosas absurdas, que desprende un increíble buen rollo.
Serie cuya segunda temporada se está emitiendo en este momento en Apple Tv, tal vez por eso la más difícil de ver (al menos de forma "legal"). Un entrenador de fútbol americano acepta un empleo de director técnico en un equipo de fútbol europeo de la Premier Ligue inglesa sin tener ni idea de este deporte. Un retrato del mundo del fútbol, de los medios deportivos, del machismo y de una sociedad competitiva e individualista con un humor magnífico.
Estas tres series tienen en común capítulos de menos de media hora, ausencia de risas enlatadas, humor inteligente y "blanco" para todos los públicos, buen rollo, optimismo y reividicación de valores como la solidaridad, la amistad y el compromiso antes que el individualismo y la competencia. Cosas que necesitamos cada vez más no solo para intentar ser mejores sino para sobrellevar un día a día difícil y un futuro incierto.