Durante los últimos años se han publicado muchas noticias sobre el sexting, la práctica del envío imágenes propias de contenido erótico o pornográfico, primero mediante correo electrónico y luego, mediante dispositivos móbiles (sms y ahora aplicaciones de mensajería directa).
Es precisamente la explosión de Whatsapp la que ha contribuido a dar una nueva escala al fenómeno en España, donde más del 80% de los usuarios de móbiles, cerca de 23 millones de personas, la tienen instalada. También la posibilidad de enviar fotos y videos privados que han anunciado otras aplicaciones como Line o Instagram, entre otras, pueden dar cobertura a esta práctica de riesgo.
Una investigación del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación y Orange, hecha pública en 2011, antes de la explosión en el uso de las app móviles, permitió conocer que el 4% de los chicos de 10 a 16 años afirmó haber utilizado su teléfono para hacerse a sí mismo fotos o vídeos en una postura provocativa (no necesariamente desnudos ni eróticas). Y el porcentaje asciende al doble (8,1%) en el caso de los que declaran haber recibido estos contenidos de chicos o chicas conocidos.
Riesgos en una práctica cuyos efectos no pueden controlarse
Entre los riesgos de esta práctica son la extorsión la extorsión, el ciberbullying, los daños al honor, la intimidad y la imagen y la producción de pornografía infantil. Aunque la producción, tenencia y distribución de pornografía infantil están tipificados como delitos en el código penal, los expertos consideran que existe una falta de adecuación legal sobre cómo tratar estos contenidos cuando son producidos por las mismas personas que acaban convirtiéndose en víctimas de su exposición.
La iniciativa contra el sexting de Pantallas Amigas considera que “El sexting no constituye una mala práctica per se –excepto cuando hay menores implicados, por la producción de pornografía infantil – pero puede convertirse en peligrosa, pues una vez los videos o fotografías han salido de nuestro control no existe una total seguridad de que vayan a poder ser retirados de internet. Y si así fuese, esas fotos o videos podrán volver a ser publicadas siempre que alguien las haya guardado.”
Más de 380.000 personas ya han visto este video pionero en la definición del sexting.
Existen una gran variedad de recursos para detectar, prevenir y combatir el sexting. Aquí sólo recogemos una muestra:
-La Guía sobre adolescentes y sexting, de Pantallas Amigas ofrece consejos y recomendaciones para adultos y menores que les permitirán minimizar los efectos negativos que puede tener el sexting y una serie de pautas de actuación en caso de incidencia.
-Este decálogo de Proteccion Online ofrece consejos de sentido común para evitar el sexting.
-La tenencia de cualquier imagen de tipo pornográfico de menores es delito, incluso si es producida por el mismo menor. Cualquier persona que detecte este tipo de contenido en su dispositivo móvil debe denunciarlo a la Policía, que facilita un formulario de denuncia para delitos tecnológicos en su web.
-La iniciativa Cuida tu imagen online propone juegos y dinámicas para poner a prueba nuestros conocimientos sobre la privacidad online y los efectos de compartir datos personales en las redes.
Y vosotros, ¿que recursos conocéis para dar a conocer y luchar contra el sexting? Podéis añadir los vuestros en los comentarios
(La fotografia de cabecera ‘Aufklärungskampagne ‚Sexting’ es de Pro Juventute en Flickr)