Se han mantenido hasta el final con su política de igualdad, y el año les ha salido redondo. Solo se puede decir bravo por ellos.
Pero ya la primera carrera de Red Bull en la Fórmula 1, dejaron un muy buen sabor de boca, pues una cuarta y una séptima posición, era mucho más de lo que esperaban.
Aún así, les ha costado mucho tiempo que el resto del paddock tomar a los toros que se disfrazaban de superhéroes (Mónaco, 2005, Superman) en serio, pues no dejaban de ser vendedores de latas de bebida energética.
Claro que la contratación de un superclase como Adrian Newey, contribuyó y mucho a la mejora de las prestaciones de este equipo, que ya el año pasado luchó con los grandes y logró un estupendo subcampeonato tanto de pilotos como de constructores.
Este año, desde el escándalo sucedido en Hockenheim con las órdenes de equipo de Ferrari, mediante las que el piloto brasileño, que lideraba la prueba en ese momento, dejó pasar descaradamente a Fernando Alonso, líder del equipo, marcaron un antes y un después.
Uno de los equipos de Fórmula 1 del que es propietario el empresario y especialista en marketing Dietrich Mateschitz, Red Bull Racing, debutó en la temporada 2005, cuando el austriaco compró Jaguar. En su primer año, ya tuvo un éxito increíble, pues durante gran parte del mundial, era el sexto mejor equipo, solo batido al final por Bar Honda. Los tres pilotos que corrieron ese año para el equipo, puntuaron, siendo el máximo anotador, el experimentado David Coulthard.
Fue entonces cuando la política de Red Bull, sobre todo, comenzó a promover una campaña de igualdad, que al final les ha salido bien.
Si bien, mucha gente del paddock, de los medios de comunicación, y aficionados, instaba a Red Bull a decantarse por Webber, quien tenía más puntos y hasta lideró durante muchas carreras el mundial, aunque de forma intermitente, desde el equipo insistían que mientras los dos tuvieran posibilidades matemáticas, los dos podrían luchar por el título. Y así ocurrió, y de este modo, la apuesta de dos pilotos, en vez de uno, hizo que completaran el año con dos campeonatos, el de pilotos y el de marcas.
Pero es que además, los dos pilotos estaban siempre muy cerca entre sí lo que respectaba a los puntos, ambos habían fallado y ambos habían hecho carrerones, y durante toda la temporada, hubo altibajos por parte de los dos, que hacían que enana carrera se igualaran casi los puntos, y en la siguiente destacaba el otro. Con la particularidad, dicho sea de paso, que este año, al cambiar el sistema de puntuación, cuando se veían 15 puntos de diferencia, la realidad es que no había tantos de diferencia, como el año pasado, donde 15 puntos eran victoria y media, y este año solo vale un tercer puesto.
Muchos fueron los que llamaban idiotas este fin de semana a los chicos de Red Bull, pues unas declaraciones de Mateschitz en las que decía que prefería perder el título de pilotos, antes que recurrir a las órdenes de equipo, que siguen estando prohibidas, a pesar de que se pida su abolición, hicieron que el paddock se revolucionara ante una decisión tan aparentemente absurda.
Pero es que Mateschitz es el dueño de su equipo, y a diferencia de otros equipos, no ha de cumplir con los sponsors, además de que sigue vendiendo latas, y finalmente, la honestidad que ha vendido el equipo esta temporada ha visto su recompensa al final.
Con lo que, a pesar de la lluvia de críticas hacia Red Bull esta temporada, su política y la publicidad que ha creado el equipo ha acaparado no solo las masas sino también los títulos. Solo se puede decir bravo por ellos, y desde luego que el año que viene, serán el equipo a batir.
Fuente: http://www.motor.es