Hace unos días recibí un extraño correo en el que me pedían encarecidamente que les hiciera llegar su contenido a mis dos perros. Incluso les llamaban por su nombre, Tomi y Terry, así que debieron tomarse la molestia de buscar sus nombres en mi blog.En el mail les ofrecian integrarse en una Red social para mascotas y así poder interactuar y conocer otros congeneres que también viven con humanos. Colgar sus selfies y tal y tal...De momento cuando se lo conté no pareció que les interesara mucho en su mundo canino pelearse conmigo por el uso del ordenador. Así que ellos pasan y continúan conociéndose a la antigua usanza, es decir, olisqueando partes de la anatomía de sus amiguetes.