Así que para celebrar esta nueva estación os traigo la receta de una tarta. Y habéis leído bien su nombre, de nuevo publico la red velvet cake. Pero tengo varios por qués como excusa de esta repetición de receta.
Sí, sí, nada más y nada menos que tres cumples con pocos días de diferencia: el de mi cuñada, que es la "culpable" de que preparara de nuevo esta tarta por su incondicional amor hacia ella, el de nuestra tía y el de nuestro primo. Como veis, vamos bien servidos de cumples en agosto ;).
Aunque para preparar esta tarta he variado alguna cosilla para adaptarla a nuestro gusto, como dejar reposar los bizcochos una noche en la nevera para que se asienten mejor o cambiar por completo la cobertura jeje :).
Ingredientes para el bizcocho (molde de 21 cm.)
- 250 gr. de harina
- 1 cucharada pequeña de levadura en polvo
- 2 cucharadas grandes de cacao en polvo sin azúcar añadido
- 240 ml. de buttermilk (o leche + 1 cucharada sopera de zumo de limón)
- 120 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 300 gr. de azúcar moreno
- 2 huevos grandes
- 1 cucharada pequeña de extracto de vainilla
- Colorante rojo en gel "Red-Red" de Wilton
- 250 gr. de queso crema tipo Philadelphia
- 500 gr. de marcarpone
- 50 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 100 gr. aprox. de azúcar glass (lo puse un poco a ojo...)
- 1 cucharada pequeña de extracto de vainilla
- Sprinkles de color rojo para decorar
Si no tienes buttermilk, prepárala mezclando 240 ml. de leche fría con una cucharada de zumo de limón. Déjalo reposar como mínimo unos 10 min. hasta que veas que la leche se ha cuajado. Una vez lo tengas preparado, añade el colorante alimenticio rojo. La cantidad para obtener el color rojo dependerá del tipo de colorante que uses. Reserva.
En un bol tamiza la harina, el cacao y reserva.
Con la ayuda de una batidora mezcla la mantequilla cortada a dados con el azúcar moreno hasta que obtengas una crema suave y homogénea. También lo puedes preparar a mano con la ayuda de una cuchara de madera :).
Deja el bizcocho en los moldes unos 10 minutos, desmóldalos y luego deja que se enfríen completamente sobre una rejilla. Si quieres que el bizcocho quede un poco más rígido, una vez que estén fríos tápalos con papel film transparente y déjalos reposar unas horas en el frigorífico, si es toda la noche, mejor.
Para preparar la crema, simplemente hay que mezclar el queso en crema, el mascarpone, la mantequilla y la vainilla hasta conseguir una crema homogénea y esponjosa. Por último, añade el azúcar poco a poco hasta conseguir el dulzor que mas te guste.
Y ya solo queda montar la tarta.
Mis bizcochos no quedaron muy altos, por lo que solo igualé las alturas y no los partí por la mitad, pero si los tuyos sí han subido bastante, puedes dividirlos para tener un layer cake más alto. Selecciona el que haya quedado más recto para la parte superior y reserva.
Coloca un poco de crema sobre la base donde lo vayas a presentar y pon encima uno de los bizcochos para que se pegue bien. Cubre con papel de hornear el resto de la base que queda al descubierto para que no se manche.
Para cubrir la tarta le di dos capas, dejando un tiempo de reposo entre cada una de ellas. Más o menos seguí las instrucciones de Bea, así que os dejo el enlace a la entrada en la que explicó divinamente cómo rellenar y cubrir un layer cake, que a mi todavía me queda bastante práctica jeje. Para terminar, puedes decorar la parte superior con unos sprinkles de colores.