No sé si os habrá pasado a vosotr@s: un@ se mete en un piso y piensa en las mil cosas que hará para dejarlo a su gusto, después, las obligaciones cotidianas y el ritmo de vida que llevamos van relegando ese momento a un segundo plano, y cuando te quieres dar cuenta han pasado diez años...
He empezado por el suelo, siempre quise poner parquet. Eso me ha supuesto tener la casa patas arriba toda una semana y verme obligada a huir a parques y bibliotecas para librarme del ruido y el polvo que provocaba un chico encantador que, como veis, al final lo ha dejado todo estupendo.
Así que, escribir, no he escrito mucho, y apenas me he conectado a Internet, pero sí he leído y he buscado sofás, que es el siguiente paso.
Ya os iré contando.
Entretanto, que tengáis una buena semana.