Debería haberlo tenido claro, Pàmies es una editorial con la que siempre he dado en el clavo en lo que a novela negra se refiere, titulo que publica, titulo que si cae en mis manos termina gustándome y terminó recomendando por activa y por pasiva. Y Redención no podía ser una excepción, un libro que va más allá de ser un thriller adictivo, o una mera denuncia social para centrarse en el infierno de sus personajes, todos ellos personas rotas, heridas y atormentadas, que tocan fondo y saben renacer de sus cenizas cual ave Fénix.
No puedo decir que conociera a su autor, porque es la primera novela que leo suya, y ya os aviso que no será la última porque es un crack del género, sin aportar nada nuevo lo revoluciona, y mantiene enganchado al lector a sus páginas, es adictivo, así que más vale dejar su lectura para cuando tengáis días y horas por delante o se convertirá en una tortura. Aunque no lo creáis o penséis que es muy superficial, me enamoró su portada, con que poco se puede decir tanto, la parte inferior está clara, la superior me dio muchos quebraderos de cabeza y no la entendí del todo hasta que no avancé bastante en la lectura. Como siempre las portadas que elige la editorial están muy bien pensadas, son atractivas y actúan de gancho para quien como yo no conozca de nada al autor.
Una lástima que se haya apostado tan poco por traducir y publicar a John Hart, espero que Pàmies siga haciéndolo, conmigo ya han ganado a una incondicional, que tiene la suerte de haber comenzado por el último y saber que tiene un par más a la espera, a ver si se animan a publicar los otros dos que tiene el autor en su lengua.
John Hart, nació en Durham, Carolina del Norte, en 1965. Ha escrito cuatro novelas desde que decidió dejar su profesión de abogado para dedicarse a la literatura. Es el único autor que ha recibido el prestigioso premio EDGAR por dos novelas consecutivas. También ha sido galardonado con los premios BARRY. STEEL DAGGER y SIBA.
Podéis encontrar más información en su página web
Argumento:
Un adolescente con una pistola que espera, a las puertas de la cárcel, al hombre que asesinó a su madre cuando él apenas era un bebé.
Una detective de policía problemática que se enfrenta a su pasado a causa de las secuelas de un brutal tiroteo.
Un poli honrado que, después de trece años en prisión, sale en libertad. Pero ¿por cuánto tiempo?
Un cuerpo que se enfría bajo una sábana de lino en el altar de una iglesia abandonada en lo profundo del bosque.
Una pequeña ciudad del sur de los Estados Unidos a punto de estallar.
Es el camino hacia la Redención
Rebosante de tensión, secretos y traiciones, Redención vuelve a mostrar la genialidad de John Hart como maestro del thriller literario.Opinión Personal
John Hart me ha sorprendido con esta novela, con la profundidad de sus personajes que sin embargo no están más que pincelados, con la habilidad para hacer confluir cuatro historias distintas, con cuatro protagonistas diferentes, y dejarnos con la boca abierta en un final que para nada hubiera sospechado el lector. Porque esa es otra, el autor juega con los lectores, les deja o les empuja a sospechar quién es el asesino, o como va a terminar una determinada trama o subtrama, para que una y otra vez nos vayamos dando de bruces contra una realidad que para nada es como la habíamos imaginado en un principio.
Hart no se contenta con tener enganchado al lector a sus páginas, busca que empatice con los personajes, lo arrastra a ese calvario particular que cada uno vive, nos hace transitar por él y no tiene ningún reparo en no ahorrarnos, dolor, crueldad, incluso mucha sangre, hay momentos realmente gores, o góticos y sin embargo, no molestan, es tanta la rendición del lector que lo llega a ver hasta normal.
El autor hace gala de un ritmo frenético, en todo momento están pasando cosas, pero también tiene espacio para el sosiego, para que el lector pueda reflexionar, para que vaya asimilando todo lo que se le va viniendo encima sin que sea capaz de verlo aún, y lo consigue de la mano de una policía atormentada por un hecho de su adolescencia, por la reacción de su padre ante él, que la convierte en una suerte de abogada de pobres, o de paladín de defensa de aquellos que están más desprotegidos, los niños y las mujeres.
Aunque nos encontremos con cuatro historias que se van enlazando, la verdadera protagonista de esta novela es Elizabeth Black, una mujer con heridas muy profundas, que llegó al cuerpo de policía un poco por llevar la contraria a su padre y otro poco por agradecimiento al hombre que impidió que hiciera la tontería más grande de su vida. Se encuentra en uno de los momentos más difíciles de su vida, con una investigación de asuntos internos por su participación en la liberación de una mujer secuestrada en la que resultaron muertos sus dos secuestradores. Quizás el quid de la cuestión radique en el ensañamiento que encontraron en los cuerpos de los dos delincuentes, 18 disparos repartidos en ambos cuerpos son muchos, y la evidencia de torturas han puesto a Elizabeth en la picota, cuestionada incluso por sus propios compañeros por adentrarse sin pedir refuerzos en la casa abandonada.
Elizabeth esta viviendo un infierno, junto a Channing la chica secuestrada, ambas han hecho un pacto de silencio, en ambas es evidente la huella que ha dejado el paso por la casa abandonada, y lo que allí aconteció. Channing no está recibiendo de sus padres el apoyo que necesita, Elizabeth es la única que la comprende que sabe como actuar para ir cicatrizando unas heridas profundas que amenazan con destruir su vida.
Es a través de Elizabeth también como conoceremos a los otros dos protagonistas, a pesar de que la novela empieza con Gideon, un chico de 14 años que perdió a su madre siendo muy pequeño, su vida desde entonces se convirtió en un infierno transitado por un padre alcohólico que mata sus horas en un sofá, incapaz de cuidar de su único hijo, ni de llenar la nevera porque no le duran los trabajos. Saber que el asesino de su madre va a salir de la cárcel lo ciega de odio, un odio que su padre se ha encargado de ir alimentando todos esos años. No puede dejar que el hombre que ha destruido su vida y cualquier posibilidad de futuro campe a sus anchas de nuevo y decide hacer lo que su padre jamás tendrá agallas de llevar a cabo, presentarse en la prisión y matar a quien le robó lo más importante, la felicidad, pero nada sale como él tenía planeado.
Y también a través de la policía veremos a Adrian Wall, un policía honrado, que un buen día es acusado de asesinar a Julia, la madre de Gideon, en un juicio plagado de traiciones y pruebas un tanto discutibles, Adrian fue condenado. Durante trece años su vida ha sido un infierno a manos del Alcaide y sus hombres, y como no, la cárcel nos es presentada con todas sus sombras, un mundo cruel en el que gobierna un hombre sin escrúpulos capaz de montar un negocio lucrativo y de machacar cada uno de los huesos del cuerpo de sus internos para conseguir información. El hombre que sale de la prisión no tiene nada que ver con el policía que entró en ella, es un hombre acabado, muerto, roto, con muchas cicatrices en el cuerpo y otras más profundas aún en el alma. Creo que son los pasajes que más me han dolido, que más me han hecho sufrir. Es el personaje con el he llegado incluso a ahogarme, porque si de todos hay alguno que ha descendido al infierno en varias ocasiones ese es Adrian Wall, un hombre que ya no es capaz de confiar en nadie, un animal herido y acorralado, porque los tentáculos del alcaide se extienden fuera de la prisión.
Y acompaña a este elenco de personajes un misterioso asesino, que un buen día mató a Julia, y la depositó en el altar de una Iglesia, y que a raíz de la salida de Adrian de prisión reaparece, vuelve a matar y vuelve a exponer su obra, en la misma iglesia, solo que esta vez está abandonada. Este hecho reabre una herida en una pequeña comunidad que ve como vuelve el horror a campar a sus anchas, y todos los indicios apuntan a un hombre.
Cuatro tramas que van ganando en complejidad que se van alternando hasta que llega el momento en que comienzan a confluir para ir desembocando en un final en que todos los cabos quedan atados, y la boca del lector abierta porque todas las teorías que ha ido fraguando, todas han resultado erróneas, al menos yo no fui capaz de acertar ninguna.
Muchos son los temas que se tocan en esta novela y todos ellos muy duros, todos ellos podrían dejarnos sin dormir, está clara la función de denuncia social de esta historia, pero quiere ir más allá, quiere aportar un rayito de esperanza a tanta desazón, porque los personajes principales son capaces de levantarse, de encontrar un resquicio para curar sus heridas, para empezar de nuevo, y quizás eso sea si no lo novedoso una de las aportaciones que yo he encontrado en esta novela.
Conclusión:
Redención es una novela tremendamente adictiva, bien escrita, bien tramada, con un final de impacto y un mensaje de esperanza, o cuanto menos un poco de luz a tanto dolor o tragedia. Nos encontramos dos bandos claramente diferenciados, los marcados por el drama, los heridos, como son Gideon, Channing, Adrian Wall y la propia Elizabeth, y los malos, que en esta ocasión lo son con avaricia, y allí podemos encontrar al alcaide, un hombre al que llegué a odiar con todas mis fuerzas, y sus guardias que no son menos crueles ya que son los brazos ejecutores, un asesino despiadado, que actúa después de trece años volviendo a poner el punto de mira en un hombre condenado injustamente, el padre de Gideon, por no ser capaz de sobreponerse al asesinato de su mujer y luchar por el hijo de ambos, un hombre ruin por omisión, y en ese mismo bote podríamos meter a los padres de Channing, sobre protectores y con la creencia de que si de algo no se habla, ello no ha existido... También podríamos meter a todos aquellos que negaron su ayuda primero a Adrian y luego a Elizabeth.
Nos encontramos ante una novela de contrastes, en los que la acción no decae en ningún momento, ni siquiera en aquellos más sosegados, un libro que no podrás soltar, que se pegará a tus manos y te creara la necesidad de saber que ha ocurrido con los personajes, con todos y cada uno de ellos, de los principales y de los secundarios.
Creo que he sido muy clara, pero por si os queda alguna duda, no podéis perderos Redención, seguro que no os deja indiferentes, y el autor os cautiva.
Ahora una pregunta a la editorial, ¿para cuando una nueva novela de John Hart?, por cierto ¿sabéis lo mejor de ellas?, son conclusivas, y con la pereza que me van dando las series, para mí las convierten en un atractivo más, si no en el más importante.
Esta reseña participa en la Yincana Criminal 2017. La acción transcurre en cualquier continente, excepto el europeo