Redes

Publicado el 19 abril 2015 por Juancarrasco @JuanCdlH

Ya llevamos bastante tiempo anunciando que los cómics han adquirido tres dimensiones y han desembarcado para quedarse. Aun así, ni los más optimistas del lugar podían pensar que la explosión de estas adaptaciones provenientes del mundo de la viñeta pudiese ser tan rápida y exitosa como para asegurar sin temor alguno a equivocarse que estamos en plena era de los superhéroes. Ello es así gracias a factores como el que las grandes compañías hayan crecido en ambición (en el extenso sentido de la palabra) y se hayan decidido a hacer las cosas desde los cimientos, tomando el control de sus propios productos y conectando las historias contadas en las películas para aportar coherencia y moldear su propio universo.

La que primero y mejor dio con la clave del asunto para entrelazar bajo supervisión propia historias e intereses de los seguidores fue Marvel, desplegando sobre el celuloide una sofisticada red de personajes, historias, escenarios y epílogos tras los títulos de crédito que enlazan unos estrenos con otros, tan inteligente como bien acogida por el elemento fan, siempre deseoso de más y entregado aficionado que agradece cualquier guiño o gesto hacia sus personajes favoritos. Esto lo han entendido los ejecutivos del sello, nueva adquisición de Disney, otro ejemplo de rey Midas, y la luna de miel entre Los Vengadores, Guardianes de la galaxia, X-Men y otros nombres conocidos con el espectador parece tener cuerda para rato. Hoy por hoy parece haberse estabilizado el sistema de calmar la avidez del público con un par de estrenos como mínimo cada año, uno con muchas expectativas que nos suele llegar a España en temporada alta y otro de corte más desenfadado que asoma en épocas veraniegas.

La marca DC lleva regular desde la competencia el hecho de ir colocado a rebufo de Marvel, pero hace lo que puede y aspira a cotas de popularidad similares colocando sus personajes secundarios (Wonder Woman, Linterna Verde…) en la cartelera e intentando una y otra vez sin completo éxito revitalizar a Superman. Afortunadamente para ellos apareció Christopher Nolan en su camino y en el de Batman

Donde ambas multinacionales sí que cabalgan a la par es en la agilidad con la que han tejido la siguiente capa de las particulares redes que componen su panorama actual, centrándose rápidamente en un campo de posibilidades casi infinitas, el de las series de televisión; estas posibilidades son mucho mayores que las del cine, donde se pueden relatar historias con calma, con más o menos presupuesto y por entregas, lo que mantiene “vivos” a los personajes todo el año. Porque no sé si se habrán percatado de que vivimos una era dorada de las series, que se están convirtiendo en tendencia, que poseen una combinación de calidad y cantidad nunca antes vista y que está ganando al galope terreno al cine.

Así las cosas, DC asoma a nuestras pequeñas pantallas (o no tan pequeñas, que ese es otro negocio) y la comodidad de nuestro salón con personajes como los de Gotham, Constantine o Flash mientras Marvel enriquece sus escenarios con los Agentes de Shield (que va ya por su segunda temporada), la Agente Carter o Daredevil. Y es esta última, la adaptación a televisión de las aventuras del abogado ciego Matt Murdock, la que además supone un ejemplo de un tercer hilo para la red, el que supone rizar el rizo del productor visionario; éste consiste en sacar directamente para consumo por Internet (vía Netflix) una serie tan oscura e interesante como la etapa de Brian Michael Bendis para el subsello Marvel Knights, de indudable calidad, de cuyo éxito no dudamos y que merecerá quizá futura reseña con mayor detenimiento. Ocio, tecnología y buenas ideas no pueden ser mala combinación para que el consumidor y los adinerados magos de este espectáculo se pongan de acuerdo. Show must go on!