El concepto de networking parecería fácil de explicar: consiste en trabajar en red. Es verdad que dentro del “mundo 2.0” habría que considerar la vertiente tecnológica como una herramienta fundamental dentro de este escenario y que, además, configura parte del entramado de relaciones que se crean.
También es cierto que cuando hablamos de networking damos por hecho que son personas que trabajan en red … es decir, que físicamente no están en el mismo lugar (porque comparten experiencias en un entorno “neutro” como es internet o porque forman parte de diferentes equipos de una misma compañía que tiene diferentes sedes “físicas”).
Las redes y su configuración, todos sabemos, determinan parte del resultado final.
Si pensamos que un equipo desarrolla su actividad dentro del mismo espacio físico (de ahí la licencia de hablar de “intra-net working”) … ¿cómo influye en el resultado final el tipo de red de comunicación que existe entre los miembros de ese equipo?
Para analizar esta influencia se toma como punto de partida equipos que tengan, por ejemplo, 5 integrantes. A partir de ahí se va siguiendo la pista a las intereacciones que se producen entre ellos y se representa gráficamente. Veamos algunos ejemplos:
Pues bien, con respecto a eficacia no hay grandes diferencias en los resultados que se consiguen con las distintas redes (lógicamente las más “descentralizadas” suelen intercambiar más mensajes y producir más errores).
Con respecto a la satisfacción de sus miembros el “círculo” es el que mejores resultados genera y la “rueda” (la X) con una satisfacción menor por participar en esta estructura.
Por último, es mucho más sencillo que en la rueda aparezca una figura de líder (la persona que ocupa la posición central) que en el círculo (hay menos “unanimidad” al respecto.
Hasta aquí lo que acontece en entornos “presenciales”. La pregunta sería … ¿sucede lo mismo en los entornos “virtuales”, en el trabajo en red?