Mi historia con Trésor empezó hace unos 15 años (año arriba año abajo), fue una navidad en la que debajo del árbol me encontré un bote enorme de ese perfume que yo no había visto en mi vida.
No fue una historia de amor, ni mucho menos. Es más, en cuanto lo tuve en mi muñeca lo odié profundamente.
Y es que pasar de Chispas o Don Algodón a ese perfume intenso y tan femenino era un cambio demasiado radical para mi pituitaria.
No exagero si os digo que el precioso bote estuvo en una de las estanterías de mi habitación durante por lo menos cinco o seis años cerrado e intacto, no me llamaba la atención, que le voy a hacer.
Recuerdo que un día por fin mis ojos se posaron en él, y en ese momento decidí darle una nueva oportunidad. No me preguntéis porque, pero en ese momento llegó el flechazo.
Supongo que en esa época y con unos cuantos años más ya estaba preparada para llevar perfumes más intensos y para disfrutarlos, pero lo que años atrás me horrorizaba se convirtió en uno de mis perfumes favoritos.
De hecho me resarcí bien del abandono y creo que tardé menos de un año en gastar hasta la última gota. Y eso que el frasco era el más grande.
Cuando se acabó me despedí de el con pena, en esa época no tenía dinero suficiente para caprichos tan caros. Así han ido pasando los años hasta hace unos meses, ahora nos hemos vuelto a reencontrar.
He usado, eso sí, sus diferentes versiones, ya os he hablado de ellas en el blog. Pero el clásico, fue hace un par de meses cuando lo tuve de nuevo y aunque pensaba que con el embarazo igual Trésor iba a ser demasiado para mí, no fue así. Nuestra historia de amor continua con éxito.
No sé si habéis probado este perfume, si la respuesta es no, os recomiendo que lo hagáis, os va a sorprender muy gratamente.
Se lanzó al mercado en 1990 y se vendía un frasco cada 15 segundos en el mundo, fue y es adorado por muchas mujeres y odiado por muchas otras.
No es uno de esos perfumes que te deja indiferente, no.
¿A qué huele Trésor de Lancôme?
Entre sus notas están la rosa, el melocotón, albaricoque, frutas, vainilla, ámbar, almizcle, lila, polvos, sándalo y piña.
Como veis es una mezcla de lo más dispar.
Si normalmente describir el olor de un perfume es difícil, con Trésor me resulta todavía más complicado.
A veces me resulta un olor inocente y otras veces muy pícaro.
Es empolvado, es delicado, es sugerente, es lujoso y sobre todo, sobre todo es ultra femenino.
Ahora mi frasquito de Trésor luce perfecto sobre mi cómoda, nos hemos vuelto a encontrar y estamos encantados.
Yo lo adquirí en una web de la que ya os he hablado otras veces, Cosme-de-Com, junto a él llegaron otras cuatro maravillas de las que os iré hablando.
Es una web que me encanta y en la que paso muchos ratos, y es que además de unas ofertas súper interesantes tienen firmas que en España es muy difícil (o imposible) encontrar.
Os recomiendo que la visitéis, a ver si os gusta tanto como a mí.
Y vosotras, ¿habéis tenido alguna relación amor-odio con un perfume?