Como nos tienen acostumbrados en Brandemia, nos encontramos con este excelente análisis del rediseño de marca de Bacardi. Citamos textual el texto de Chema León.
Bacardi, una de las marcas de bebidas alcohólicas más conocidas a nivel mundial, acaba de lanzar hace unos meses su campaña global “indomable” a cargo de la agencia londinense BETC London. Con un concepto fuerte y lleno de actitud (además del actor español Jordi Mollá), la compañía del murciélago ha destacado la solidez de una marca incombustible con más de 150 años de historia, en los que ha tenido que sobrevivir a multitud de dificultades políticas, económica y sociales.
Éste manifesto nada tiene que ver con la casualidad o la suerte. Con esta mensaje Bacardi se apalanca en un legado de construcción de marca desde sus orígenes que le ha otorgado una fortaleza icónica indiscutible. La compañía, conocida mundialmente por su ron y su espíritu caribeño, se fundó en Santiago de Cuba en 1862 y adoptó nombre sencillo y fácil de pronunciar basado en su fundador, el hispano-cubano Facundo Bacardi Massó, que escogió la imagen del murciélago como símbolo de la marca porque, según la historia familiar, habitaba una gran colonia de ellos entre las vigas de la destilería. Esta identidad tan icónica ha permanecido casi invariable desde sus inicios, proyectando una imagen constante generación tras generación, que le ha dado gran reconocimiento.
Curiosamente el símbolo del murciélago, con su inconfundible color negro y la apertura de alas bien proporcionadas sobre un llamativo círculo rojo, casi rememorando a “El Hombre de Vitruvio” de Leonarno de Vinci, es lo que más ha cambiado en el rediseño de la marca por parte de BETC London. La decisión de volver a un visual más vintage, utilizando códigos ilustrativos del logo de 1931 en blanco y negro, ha conseguido posiblemente un símbolo más estético y de tendencia, pero menos icónico y perdurable.
Precisamente un icono es un signo gráfico que pretende huir de gustos o tendencias para que sea universalmente comprensible su significado y sea más fácil su identificación y asociación con algo/alguien, en éste caso la marca Bacardi. Una ilustración resta originalidad y propiedad, ya que es un recurso visual que tiene menor “memorabilidad” y esta abierto a gustos y tendencias. Es como si la marca Ferrari o Jaguar decidieran redefinir sus símbolos con una nueva interpretación ilustrativa… Personalmente creo que la ilustración puede ser un gran recurso visual de apoyo, pero más allá del logo.
La tipografía del logo sin embargo ha mejorado. También se ha redefinido con códigos gráficos más retro, pero ganando mucho en impacto por el cuerpo utilizado, la mayor condensación de sus letras, y la proporción con el símbolo en el conjunto del logo.
En todo caso, la marca Bacardi es uno de esos casos de éxito que a cualquier compañía le gustaría tener. Con un producto exitoso, un nombre sencillo, corto y de fácil pronunciación en inglés y en español, y con un logo icónico mundialmente conocido. Es impactante ver como la marca ha querido representar ese liderazgo en su campaña global, sin complejos, demostrando su carácter y el tesón que le ha hecho llegar a lo más alto durante tanto años sin separarse estratégicamente de ese “espíritu caribeño”, ese imaginario que ha trabajado durante décadas y que tan bien le ha posicionado. Una pena que posiblemente el cambio de marca haya pasado totalmente inadvertido…
Fuente | Brandemia