El 13 de agosto de 2012 se estrenaba a nivel mundial la primera película en español financiada íntegramente por la vía del crowdfunding, es decir, por medio de aportaciones económicas colectivas a través de internet. En nueve meses desde su estreno, La educación prohibidacontinúa proyectándose por todo el mundo, participa en festivales, cuenta con casi 80.000 seguidores en Facebook y ya ha sido objeto de remezclas gracias a su licencia copyleft. Ahora llega su secuela, pero esta vez no en forma de largometraje documental, sino como una red social:Reevo, la Red de Educación Viva. El proyecto se remonta, en realidad, a la fase de postproducción de La educación prohibida, cuando sus realizadores ya comenzaron a gestar la idea de una red. Franco Iacomella, uno de los promotores del proyecto, explica que “con la película sentíamos que se abría el debate, pero que únicamente se lanzaba un mensaje unidireccional; era hora de hacerlo más participativo”.
Reevo – Red de Educación Viva from Reevo on Vimeo.
El espíritu que existe detrás de las dos iniciativas es dar visibilidad a todas aquellas experiencias educativas que no se ajustan al concepto tradicional de la escuela y que, por lo general, son silenciadas o, al menos, poco conocidas. Iacomella sostiene que “la lógica que seguimos es la de la diversidad educativa, la de fortalecer la educación pública”. Según relata, “después de dos años recorriendo más de 100 escuelas y centros educativos por todo el mundo, descubrimos que hay muchas experiencias que no se conocen y que es necesario compartir”.
En este sentido, le vienen al recuerdo casos vividos con el largometraje en los que “algunos profesores o sindicatos de la enseñanza pública se sintieron amenazados tras un primer visionado pero que, tras un segundo, cambiaron de opinión”. Este nivel de aceptación es el que está haciendo posible, por ejemplo, que se hayan puesto en marcha proyectos de terceros para realizar versiones dobladas al inglés y al portugués.
“No se trata de abrir un debate entre la educación pública y privada, y tampoco es un ataque a la educación pública como algunos quisieron ver”, explica, “se trata más de promover la educación comunitaria y autogestionada en el marco de lo público”. De este modo, “la Educación ni siquiera ha de circunscribirse al estricto círculo del colegio, sino extenderse a otros ámbitos como los centros culturales o las ludotecas, entre otros”.
Red de redes libres
Como ya sucediera con la película, Reevo lleva en su ADN el gen del software libre y las comunidades abiertas y, como tal, está siendo desarrollada utilizando la tecnología Lorea basada en Elgg y la red n-1.cc, utilizada en España, entre otros, por movimientos como el 15-M. Se trata de un software específicamente concebido para crear plataformas de trabajo colaborativo y con el que es posible alumbrar una organización de entidades federadas. Dicho de otro modo, una red social que, a diferencia de Facebook, no está centralizada, sino que cuenta con tantos nodos como sus propios usuarios quieran crear.
Es, por tanto, el escenario más idóneo para explotar al máximo el espíritu colaborativo de la Red de Educación Viva. “La idea es que se creen nuevas redes que enlacen con ésta, que se disperse tanto como sea posible generándose más y más nodos”, explica Iacomella.
La red contará con diversos componentes y, aunque es un proyecto vivo que se irá autogestionando por los propios usuarios a medida que éstos se incrementen, en un principio rescatará las normas de moderación de Wikipedia en sus orígenes. Por un lado, existirá un espacio de información objetiva, esto es, un wiki donde se documenten proyectos y experiencias educativas alternativas. Un espacio, a su vez, que se verá complementado con un foro en el que poder debatir, compartir e intercambiar todo tipo de opiniones, sin olvidar, además, una incubadora de proyectos en el que poder promover la generación de nuevas iniciativas.
Financiación sin publicidad
Reevo – Diseño de Plataforma from Reevo on Vimeo.
El proyecto cuenta con un presupuesto inicial de algo más de 50.000 euros que, como ya sucediera con La educación prohibida, esperan cubrir por la vía del crowdfunding. Para ello, ya se ha abierto una primera ronda de financiación utilizando la plataforma Goteo con la que esperan obtener la mitad de los 17.000 euros que supone la fase de desarrollo de la red social y que se extenderá a lo largo de unos cinco o seis meses para en 12 meses abordar el lanzamiento y puesta en marcha, para lo que precisarán unos 35.000 euros.
Iacomella cuenta cómo “nos estamos encontrando con que a los 700 inversores que participaron en el documental les está costando hacerlo del mismo modo con Reevo y creemos que, en gran medida, es por el desconocimiento de lo que supone el desarrollo de un proyecto de estas características”. Según explica el promotor, “todo el mundo está acostumbrado a pagar colectivamente para la creación de una película, un disco o un libro pero, ¿quién paga por acceder a una red social? Nadie ha pagado por entrar en Facebook” y esa parece ser una de las causas fundamentales por las que el arranque de la financiación colectiva de Reevo está siendo más lento de lo esperado.
A pesar de ello, los impulsores del proyecto tienen claro que, cuando Reevo sea una realidad, no incluirá publicidad, hasta el punto de que “queremos ser muy cuidadosos con que no termine convirtiéndose en un mero escaparate, es un espacio de promoción de modelos educativos privados”.
Vía | publico.es