Cumplir con la legislación vigente supondría que sobre la posible secesión de Cataluña, debería ser votada por todos los españoles y no solo los censados en tal comunidad autónoma, a diferencia de los que plantean D. Arturo y sus secuaces. Lo más probable, desde mi punto de vista, es que sucedería en el referéndum ilegal, que la mayoría de los catalanes, como en Escocia, no se decantarían por la independencia; sin embargo en caso de que quienes tomásemos la decisión fuésemos la totalidad de los españoles, es probable que la secesión de Cataluña se aprobase por una significativa mayoría. Acierta quien supone que haber votado en Escocia supone una ruptura en la sociedad además de resultar inútil por cuanto los independentistas volverán a la carga más temprano que tarde. La fractura ya se ha producido en España y probablemente como consecuencia del sueño secesionista de CiU, que tapa los escándalos financieros que ahora salen a la luz, ganaría una independencia catalana por parte de esa mayoría de españoles que está hasta el gorro de entender la idiosincrasia como el más rancio y decimonónico de los racismos.