Los realizadores Benjamín Naishtat, Gustavo Fontán, Santiago Loza, Lucía Puenzo, Carmen Guarini, Celina Murga, Anahí Berneri, los actores Luis Ziembrowski, Gustavo Garzón, Osmar Núñez, Cristina Banegas, Cecilia Roth, Julieta Díaz, los programadores y críticos Fernando Martín Peña y Roger Koza son algunos referentes de la comunidad audiovisual nacional que firmaron el manifiesto Por más cine, por más miradas que el Colectivo de Cineastas les entregó esta tarde a las autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, aprovechando una reunión del Consejo Asesor en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, más conocida como ENERC. El comunicado fue elaborado en tanto respuesta pública a las declaraciones que el presidente del INCAA Ralph Haiek realizó a fines de septiembre durante una entrevista concedida a Página/12, y que el diario publicó el miércoles pasado.
Redactores del y adherentes al documento desmienten el diagnóstico que el funcionario describió en diálogo telefónico con el periodista Paulo Pécora: “Ahora estamos funcionando mejor”; “Lejos de estar en un plan de ajuste, tenemos un mejor uso de los recursos que nos permite, por ejemplo, un récord de rodajes”; “Creo que (las denuncias de subejecución presupuestaria) son un malentendido”; “El porcentaje de ejecución de presupuesto destinado al fomento directo es el más alto de los últimos quince años”; “Nosotros somos únicamente facilitadores y canalizadores del esfuerzo, el empeño y la pasión de todos los sectores (técnicos, actores, guionistas, directores y productores) que hacen películas”.
En el comunicado que circula por Internet desde el viernes pasado, los integrantes del Colectivo de Cineastas y de otras entidades como la Asociación de Directores de Cine (PCI), la Red Argentina de Documentalistas (RAD), Directores Independientes de Cine, Documentalistas de la Argentina (DOCA) denunciaron que “cada día es más difícil hacer películas” desde el cambio de gobierno en diciembre de 2015. Entre las causas de este panorama adverso, enumeraron los “cambios de normativa” que provocan “excesivas y voluntarias trabas burocráticas”, “la reducción del apoyo económico que se les otorga a las regiones de todo el país”, los “espurios manejos con el dinero, que dan ventajas a las grandes producciones concentradas en pocas manos y en detrimento de todo el acervo cultural que el cine independiente genera”.
Los autores del documento calificaron de “inexactas” y “manipuladas” las cifras que Haiek mencionó en la entrevista mencionada. De hecho sostuvieron que hoy en la Argentina se está produciendo cine “con menos recursos, menos semanas de rodaje y menos puestos de trabajo en los equipos técnicos, sin el derecho de acceso a créditos para la financiación de las producciones al no designarse comités de créditos y habiendo anunciado que no hay más partida presupuestaria para los mismos, contra lo que la Ley de Cine establece como derecho”.
Redactores y firmantes del comunicado se comprometieron a volver a pedirles a diputados y senadores que deroguen el “decreto que les pone fecha de caducidad a los impuestos que generan el fondo de fomento para el cine nacional”. También anunciaron que seguirán exigiendo el desempeño “en tiempo y forma” de los comités de evaluación de proyectos y la ejecución del presupuesto destinado a la producción de cine nacional según dictan la Ley Nº 17.741 y su modificatoria del año 1994, Nº 24.377.
En el transcurso de octubre otras voces se alzaron contra la actual gestión del INCAA. El realizador Benjamín Naishtat la criticó a principio de mes cuando recibió el premio a la Mejor Dirección en la reciente edición del Festival de Cine de San Sebastián; pocos días después su colega Javier Diment publicó este riguroso informe en El Cohete a la Luna.