Reflexión en Armonía

Publicado el 17 noviembre 2019 por Carlosgu82

Anoche, me encontraba saliendo del bar, mientras una luna llena me observaba.

Había tomado un te para combatir el frio polar que súbitamente había invadido la ciudad.

Decidí, antes de volver a casa, tomar un paseo.

Estaba abrumado por mi futuro, por el desconocimiento de mi porvenir.

Sabia bien que debía actuar pronto y no quería.

No quería hacerme cargo de lo próximo que esta en camino.

Nuevamente, las ideas sobre mi existencia y el propósito de la misma comenzaron a invadirme con agobio.

En ese instante, rompiendo con el silencio del momento, y quebrando el aire frio. Un grupo de mujeres pasó cerca de mi a rumbo desconocido.

Una de ellas fue la que se robo mis ojos.

Su fragancia me hizo detenerme en su andar, en su armonía.

Vestía totalmente de negro con una sobria elegancia.

Recorrí su humanidad lentamente hasta perderme en el andar de sus piernas.

Largas, sutiles terminaban en zapatos que hacían temblar el suelo.

“que mujer” pensé mientras se alejaba, aun con mis ojos en su poder.

Había dejado un hechizo en el aire y yo lo había respirado. Yo sentí su fuerza salvaje gritándome.

Ya lejos, pensé que, realmente solo ese podría ser el motivo por el cual estar vivo.

El amor.

El dulce y piadoso amor de una mujer.

Pero no utilizarlo para huir de mis miserias, sino como un recordatorio constante de lo que el amor puede hacer cuando esta presente en el corazón.

Nada mas realista que sentirse vivo y con un motivo para estarlo.

Al llegar a mi habitación, cerré mis ojos y pensé con romance que hubiera sido de mi si hubiese estado con ella.

Fantasee con abrazos que no fueran alcanzados por el frio, con su dulce fragancia invadiéndome para calmar mis demonios. Y unos besos que podrían traer un sol a cada nuevo día.