Reflexión: La edad en los personajes de la literatura juvenil y YA

Publicado el 27 febrero 2014 por Darkakasha @Alguna_Palabra
Normalmente no soy muy dada a traer reflexiones sobre la literatura al blog, pero en esta ocasión, es algo que me lleva carcomiendo por dentro mucho tiempo y mi pregunta es... ¿Realmente en la literatura juvenil o YA (Young Adult) los personajes tienen mentalmente la edad que los autores se empeñan en ponerles?
En los últimos años los llamados “generación Potter” (me incluyo) o la “generación Crepúsculo” (también andaba por ahí dentro) han ido creciendo poco a poco y aquellos jóvenes y no tanto ya rondan las más de 20 primaveras. Y es que no podemos olvidar que el primero libro de Harry Potter fue publicado en 1997, hace ya 17 años y Crepúsculo vio la hace la friolera de 9 años, en 2005. Todas estas generaciones han crecido y muchos seguimos leyendo, además de otro tipo de literatura, estos géneros.
Mi reflexión va mucho más allá y es que cada vez me doy más cuenta de que la horquilla de edad de los personajes en juvenil siempre se encuentra entre los 16 a 18 años, teniendo suerte en el caso del YA rondan los 20 y pocos. ¿Los autores realmente piensan que nos tragamos esa edad? Pongamos un ejemplo…Tris, protagonista de Divergente tiene 16 años ¿su comportamiento es de alguien de esa edad? Si… muchos diréis, es una distopía pero… ¡me da igual! La chica muestra una madurez que ronda los 25 o más ¿Por qué no subir la edad cuando los propios lectores también la suben paralelamente? En mi modesta opinión, creo que esto ayudaría considerablemente a que los lectores se sintieran más identificados con los personajes. Dentro de este género también encontramos a Katniss de Los Juegos del Hambre pero hay otros muchos de fantasía e incluso realistas, otro claro ejemplo es Rose de Vampire Academy que, en absoluto aparenta su edad. En el caso de Katy en Obsidian comienza como una adolescente para pegar un golpe de madurez bastante rápida y, en ocasiones para mi Anna de Un beso en París también aparentaba más edad (en cambio, el personaje de Lola, de la misma autora, estaba bastante acorde a su edad).
Son personajes que presentan una madurez desde el comienzo del libro, muchos de ellos evolucionan en contrapunto, debo mencionar que hay algunos personajes (en su mayoría insufribles) que no termino de comprender… protagonistas blandengues, insulsas, tontas… creo que en estos casos sería en los únicos en los que podríamos decir: estoy ante un adolescente. Pese a todo, pienso en mi misma y… ¡oye, a los 16 era "pava" pero no tonta!este sentido incluso más a lo largo del mismo. En
Por muchos es sabido que el género YA, nacido en USA y que se supone que contempla unos lectores más maduros no termina de calar en el mercado de habla hispana. En mi opinión, si bien siempre hay excepciones, estos libros se basan en aumentar las edades de los personajes (que en ocasiones demuestran un comportamiento mucho más infantil que los protagonistas de libros juveniles) y una combinación entre hormonas y escenas subiditas de tono, perdiendo frescura en las historias, en el imaginario literario. ¿Por qué no combinar ambas cosas? ¿Por qué no podemos subir la edad a los protagonistas cuando es OBVIO que no tiene una mentalidad ni de 16, ni de 17, ni de 18 años… sino que se comportan y se enfrentan ante situaciones mucho más adultas?
En definitiva todo podría resumirse en una reflexión compuesta por dos preguntas básicas y cuyas respuestas pueden ser la clave: ¿Los autores realmente investigan sobre la personalidad adolescente o bien quieren comenzar a dirigirse a un público más adulto y no saben cómo hacerlo? ¡Subamos las edades hombre! Creo que eso no hace ningún mal a la literatura juvenil. La evolución de la sociedad ha creado un nuevo eslogan “los 30 son los nuevos 20”, evidentemente sin pasarse… pero creo que muchos lectores ávidos de historias maravillosas agradeceríamos no leer un libro y obviar la edad del protagonista ya que no pega ni con cola en la historia.
¿Vosotros que opináis? Yo he hablado con muchas blogueras sobre este tema y parece ser que no soy la única que lo piensa, evidentemente esto solo pretende ser una reflexión, una crítica constructiva y… quien sabe ¿quizá encontrar por qué a una pregunta que muchos amantes de la palabra escrita nos hacemos?