Pero qué pasa cuando nuestras ganas de decir siempre la verdad hieren los sentimientos de las personas que tenemos alrededor. Debemos pensar antes de hablar y poner un filtro bondadoso a nuestra honestidad pública (en tus pensamientos es otro son) ya que no podemos ir matando ilusiones por donde caminamos.
Pero qué pasa cuando nuestras ganas de decir siempre la verdad hieren los sentimientos de las personas que tenemos alrededor. Debemos pensar antes de hablar y poner un filtro bondadoso a nuestra honestidad pública (en tus pensamientos es otro son) ya que no podemos ir matando ilusiones por donde caminamos.