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Hace unos días llegó a nuestras manos una entrevista a Daniel Goleman que nos hizo pensar y reflexionar: “Los niños aprenden la inteligencia emocional en la vida real”
A menudo dedicamos poco tiempo a nosotros mismos, sobre todo lo que se refiere a reflexionar, a estar tranquilos, a conocernos… Hay muchos factores que influyen en estos tiempos: el ritmo de vida que llevamos, las rutinas cotidianas y los hábitos que cogemos… A menudo dedicamos el tiempo que tenemos para nosotros a ver la tele, contestar mensajes de whatsap, chafardear por las redes sociales, o tumbarnos en el sofá sin más
Después está el tiempo que pasamos con nuestros hijos, con nuestra familia, y que a veces no es todo el que querríamos o nos gustaría, un tema del que ya hemos hablado en algún que otro post. El día a día, las tareas del hogar, las actividades fuera de la escuela… pensamos que vuelven a dejarnos sin tiempo para regalarnos (tiempo para trabajar la emociones con nosotros mismos), para trabajar las emociones con nuestros hijos.
Quizá, pasar por “cambiar el chip”, por tener siempre presente la necesidad de ser emocionalmente inteligentes, por incluir el trabajo de las emociones en la vida cotidiana, en la manera de relacionarnos, en la manera de educar…. Si somos conscientes de esta necesidad, seguramente todo será más fácil.
Comencemos por nosotros, de esta manera, sin quererlo, y de una manera casi espontánea, seremos capaces de educar emocionalmente a nuestros hijos e hijas.
Es curioso que cada vez se habla más de educación e inteligencia emocional, sabemos que ésta nos ayuda tanto en nuestro trabajo como en la vida, porque potencia el autoconocimiento, la empatía, las habilidades sociales… Por tanto es algo imprescindible pero, en cambio, es casi inexistente en los planes de estudio escolares. Se pone todo el peso en las capacidades intelectuales y de razonamiento y se dejan de lado las emociones… ¿Es que acaso las emociones no juegan un papel importante a la hora de entender mejor las cosas? ¿No son las que determinan la capacidad de entender y razonar? A nosotras nos sorprende… ¿qué opináis?
Nuestra opinión: como madres que somos, nos responsabilizamos de la educación emocional de nuestros hijos e hijas, pero así mismo consideramos que desde la escuela se debe hacer un trabajo emocional, porque son aprendizajes que les servirán de base a lo largo de sus vidas.
Y nosotros, los adultos, ¿qué podemos hacer al respecto? Pues comenzar por ser emocionalmente más inteligentes
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El post Reflexionamos sobre las emociones… se publicó por primera vez en Reflexiones más que lúdicas.